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Escrito por Michelle J. Goff, directora del Ministerio Hermana Rosa de Hierro
Febrero es el mes de oración del Ministerio Hermana Rosa de Hierro. Te invitamos a orar con nosotros diariamente, a seguir los temas y leer los versículos bíblicos. El calendario de oración e instrucciones están disponibles para bajar. Cada año, también nos unimos como una voz el día 24 para una maratón de oración el día 24.
Este año, otra faceta de lo que estamos celebrando durante la primera semana de nuestro mes de oración son las oraciones de solteras y solteras de nuevo.
Tomado de Una sola razón: Conversaciones con solteras, página 199:
“Ana, una viuda en el templo después de siete años de casada, escogió una vida de alabanza y servicio a Dios. Sus palabras de agradecimiento se expresaban como adoración, ayuno y oración. Dios honró a Ana con la bendición de conocer al bebé Cristo antes del fin de su vida (Lc. 2:37-38). ¡Imagínate sus palabras de agradecimiento!
Cantos y salmos de alabanza nos pueden ayudar cuando nos faltan las palabras, para expresar el agradecimiento en el momento. Muchos de los salmos comienzan con frustración o lamento, pero terminan en palabras de alabanza. Cuando llevamos las cosas a Dios, sin importar cómo nos sentimos o qué estamos pensando, Él puede poner las cosas en perspectiva. De la misma manera en la que la viuda persistente buscó justicia ante el juez en Lucas 18, podemos saber que cuando vamos a Dios en oración, estamos presentando nuestras peticiones al que tiene poder para hacer algo al respeto. Dios no teme nuestras emociones ni frustraciones, ni siquiera nuestra ira. Él nos dio esos sentimientos y nos puede guiar sobre cómo manejarlos.”
Miriam, otra soltera de la Biblia, expresa sus sentimientos a través de una canción de oración y adoración, cuando guio a otras mujeres en el espíritu de celebración después de cruzar el Mar Rojo.
Entonces Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó una pandereta, y mientras todas las mujeres la seguían danzando y tocando panderetas, Miriam les cantaba así:
Canten al Señor, que se ha coronado de triunfo
arrojando al mar caballos y jinetes. (Ex. 15:20-21)
Agar, que llegó a ser madre soltera (Gén. 21), levantó una oración a Dios antes del nacimiento de su hijo, Ismael.
Como el Señor le había hablado, Agar le puso por nombre «El Dios que me ve»,[b] pues se decía: «Ahora he visto al que me ve». (Gén. 16:13)
¿Quiénes son otras de las solteras en la Biblia cuyas oraciones escuchamos en las Escrituras?
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Escrito por Michelle J. Goff, Directora del Ministerio Hermana Rosa de Hierro
La obediencia implica doblar nuestra voluntad a la de otro, usualmente a alguien en una posición de autoridad. Nadie puede servir dos maestros. Aplicamos esa verdad a Dios y al dinero, pero aplica también a Dios y cualquier faceta del “yo” que no se ha rendido a Él.
El Espíritu me dio la palabra “obediencia” cuando primero sentí que era el momento de escribir Una sola razón: Conversaciones con solteras. A lo largo del proyecto, llegué a descubrir un entendimiento renovado y más profundo de esa palabra. Dios me llevó a una afirmación de Su fidelidad que sólo se probaría por mi obediencia.
A veces la obediencia me dio consuelo. Simplemente estaba haciendo lo que Dios me había pedido. En otros momentos, la obediencia me dio claridad. Dios no me había llamado a complacer la cantidad de grupos que querían que yo fuera la representante de su causa por el libro. A veces, la obediencia implicó incomodidad y sacrificio. Lo que Dios me pidió no fue fácil. Finalmente, la obediencia implicó descanso y confianza. Cuando confiaba en Dios y Su guía a lo largo del proceso, podría descansar en la verdad que Él hacía Su parte si yo obedeciera.
Confía en el Señor de todo corazón,
y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y él allanará tus sendas. (Prov. 3:5-6)
La obediencia es muchísimo más difícil sin confiar, casi imposible.
La obediencia a pesar del dolor significa que confío que el dolor vale la pena y que es temporal, no eterno.
La obediencia a largo plazo significa que no es condicional ni depende de mis sentimientos.
La obediencia es una decisión, un compromiso, una promesa cumplida.
Mi obediencia requiere perseverancia implacable, sumisión continua y confianza completa.
Lo que no sabía cuando primero contesté mi llamado a ser obediente al escribir este libro era las otras áreas de obediencia que se incluían en el paquete…
La obediencia al escribir Una sola razón significaba que tenía que ser obediente en un proceso doloroso de sanación, no sólo sobre el ser soltera.
La obediencia al escuchar y compartir más de las historias de otras mujeres significaba que tenía que ser obediente y fiel a sus voces.
La obediencia al investigar la Palabra de Dios y Su voluntad respeto al tema de la soltería significaba que tenía que ser obediente a desafiar lo que pensaba o no pensaba antes, a representar bien Su voz.
La obediencia puede ser difícil, pero siempre vale la pena. Cuando es modelada y practicada, nos damos cuenta todas las facetas de lo que Dios ha diseñado y deseado para Sus discípulos.
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. (Mt. 28:19-20)
Toda autoridad en el cielo y en la tierra se había dado a Jesús… y una parte significante de Su último cargo a los discípulos se trataba de obedecer todo lo que les había mandado, a enseñar a otros cómo obedecer lo que había mandado.
La obediencia a Dios también viene con la promesa que estará con nosotras siempre, hasta el fin del mundo. La obediencia facilita mayor intimidad de relación con Dios. Nos puede aislar de otras relaciones en nuestras vidas, pero siempre nos permite elegir.
Dios nos invita a escoger la obediencia. No nos lo demanda para que robóticamente cumplamos con Sus mandatos árbitros. Sino que es una oportunidad a la vida abundante, prometida a los que escogen seguirle, rendir su propia voluntad, confiar en nuestro Creador y Padre celestial quien conoce nuestras necesidades y nos ama incondicionalmente.
Mi propia historia de obediencia está llena de momentos de desobediencia también. No comparto mi historia de obediencia como un modelo perfecto. Dios redimió mis momentos de desconfianza y duda, y me invitó a un compromiso renovado a la obediencia.
El fruto de esa obediencia es la bendición de animar, equipar y empoderar a solteras y solteras de nuevo a través de Una sola razón: Conversaciones con solteras. Cuando somos obedientes, podemos ser instrumento para permitir la obediencia de otros.
Gracias por acompañarnos en nuestro camino hacia la obediencia. Si hay una manera específica en la que podemos orar por ti en tu propio camino obediente, avísanos. Finalmente, nos encantaría escuchar un poco de lo que significa la obediencia para ti. ¿Hay parte de tu historia de obediencia que estarías dispuesta a compartir?