Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.

Recibir el blog

Etiquetas

Búsqueda

Compras en línea

Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más

Compra Ahora

miércolesdemotivación01 03.03.21por Michelle J. Goff

Aprendemos mucho de Dios en los primeros capítulos de Génesis. Comenzando con la creación, Dios nos recuerda que vale la pena reconocer un trabajo bien hecho y llamarlo bueno (Gén. 1). Luego, después de ser hecho, soltarlo y descansar. Hay una tremenda satisfacción en un tiempo de descanso después de un trabajo bien hecho en un gran proyecto. Trabaja duro, luego descansa (Gén. 2:2-3).

El Padre, el Hijo y el Espíritu son Uno, e hizo al hombre y la mujer en Su imagen. Por diseño, fuimos hechos para estar en relación (Gén. 1:26, 31). Caminando juntos y hablando en el jardín o confrontando el pecado que Dios sabía que Adán y Eva habían cometido, Dios siempre se engrana en la relación.

Después de que Adán y Eva coman de la fruta prohibida, Dios comenzó la conversación al hacerles una pregunta, “¿Dónde están?” ¿Sabía Dios dónde estaban? ¡Claro! ¡Es Dios! Sin embargo, Él les hace la pregunta para poder seguir engranándose en la relación. La comunicación es fundamental para cualquier relación. Dios modela que el escuchar viene primero si queremos que la relación perdure. Aunque ya sabía todas las respuestas, Dios hace cuatro preguntas a Adán y Eva al invitarles a comunicarse abiertamente con Él (Gén. 3:8-13).

El pecado nos separa de Dios, pero sigue anhelando una relación con nosotros. Cuando escogemos algo sobre Dios y Sus caminos (la fruta prohibida, nuestros propios deseos, planes, caminos o pensamientos), se conviertan en ídolos que nos separan de Dios. El pecado no tiene lugar en nuestras vidas, no sólo por la manera en la que toma el lugar de nuestra primera prioridad, Dios, sino más también porque el pecado trae consecuencias. Hay consecuencias naturales del pecado: Adán y Eva sabían que estaban desnudos y sintieron vergüenza (Gén. 3:7). Y hay consecuencias espirituales: El pecado nos separa de Dios.

Lo más maravilloso de lo que aprendemos de las prioridades de Dios es que, aunque el pecado nos separó de Él, hizo todo lo posible para estar en relación con nosotros. El primer sacrificio se realizó cuando Dios hizo vestiduras de piel para Adán y Eva para vestirles (Gén. 3:21). La muerte y el derrame de sangre fueron necesarios cuando entró el pecado porque sin ellos, no podríamos estar en relación con Dios.

Aún cuando pecamos, Dios todavía nos ama. Y mandó el sacrificio perfecto de Su Hijo para que pudiéramos volver a unirnos con Él en relación (Heb. 10:1). Si no conoces el don de Dios a través de la muerte, sepultura y resurrección de Su Hijo, favor de contactarnos. Nos encantaría compartir contigo la esperanza de la promesa de nuestra propia resurrección de nuestro estado pecaminoso, hecha posible por Su sangre redentora.

¿Qué nos enseñan las prioridades de Dios en Génesis 1-3 sobre nuestras prioridades redefinidas?
1. Trabaja duro y luego descansa.
2. Haz todo lo posible para estar en relación, especialmente con Dios. Es cómo nos diseñó.
3. Ama y escucha, primero a Dios y luego a otros, siempre por el filtro del amor a Dios primero.
4. El único lugar que tiene el pecado en nuestra lista de prioridades es el de permitir que Dios nos ayude a eliminarlo totalmente.
5. Dios nos ama demasiado para dejarnos en el pecado destructivo. Acepta el amor redentor de Dios y Su perdón, hechos posibles por Su Hijo.

No es una lista que se hace una sola vez, sino que se repita. Diariamente.

Te animo a leer los primeros tres capítulos de Génesis y comparte qué más aprendemos de Dios y Sus prioridades. ¿Cómo nos orientan las prioridades de Dios en la redefinición de nuestras prioridades? ¿Cambian las prioridades de Dios en el resto de la Biblia?

 

Cuando el dolor te trae a la Prioridad PrincipalEscrito por Sabrina Nino de Campos, líder del equipo portugués del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Metairie, LA

Ha sido difícil para mí hablar sobre cambios, el 2020 ha sido un año difícil para todos, pero ya en el 2019 los cambios en mi vida empezaban. Mi esposo y yo, después de servir en la iglesia en Argentina por 4 años decidimos mudarnos a los Estados Unidos. Era un nuevo desafío y una nueva fase de nuestras vidas, pero estábamos emocionados. Con tristeza, ya que dejábamos a nuestra familia argentina, pero con una nueva esperanza.

Los cambios planeados nos traen muchas buenas emociones, aunque tengamos ansiedad por lo que nos espera en el futuro. Siempre pensamos que, aunque vengan desafíos y dificultades, también habrá bendición. Pensamos en muchas diferentes situaciones futuras y cómo responder a ellas. ¿No es así?
Nos preparamos para las aventuras y nuevas oportunidades de aprendizaje con una mirada de esperanza por lo que Dios hará a través de nosotras.

Pero, ¿Cómo reaccionamos cuando el cambio nos sorprende?

Faltando pocos meses para que nos mudáramos, recibí la noticia de que mi mamá había sufrido un ataque cardiorrespiratorio y estaba inconsciente. Mi mamá recién había cumplido 56 años, un par de meses antes se había hecho todos los exámenes para el corazón y todo le había salido bien. Nadie esperaba por algo así en nuestra familia. En menos de 24 horas tuve que arreglar todas mis cosas y volar a Brasil, sin saber si cuando llegara allá mi mamá estaría viva o no.

Mi esposo y yo compramos pasajes para estar una semana, pero mientras los días pasaban y mi mamá no despertaba tuvimos que tomar la decisión de que yo me quedaría en Brasil un mes más y luego regresaría a Argentina. Al terminar el mes, mi mamá recién se estaba despertando de su coma. Así que lo que serían 4 meses más en Argentina, se volvieron 6 meses viviendo en Brasil, sin poder despedirme, mientras mi esposo cuidaba de todos los detalles de la mudanza con la ayuda de nuestros amigos y hermanos, a quienes no he podido visitar desde aquel día en que me tuve que ir sin saber que no regresaría.

Ahora estamos en los Estados Unidos y todavía luchamos para regresar a la “vida normal.” No ha sido fácil. Yo he mirado las cosas de manera negativa mucho más que en maneras positivas. Yo no podía ver a Dios en nada de lo que me estaba pasando y todavía es difícil.

¿Te has sentido así en algún momento de tu vida?

El cambio que ha pasado en mi vida no es algo que he querido, y si tuviera la oportunidad de cambiarlo, lo haría. Mis prioridades cambiaron de una manera que yo no deseé en mi corazón. No tuve tiempo de prepararme y planear cómo serían los desafíos y dolores en el camino.

¡Los cambios inesperados nos ciegan!

Pensemos en los dos discípulos en camino a Emaús en Lucas 24:13-35. Ellos andaban con Jesús y estaban emocionados de todo lo que Él podía hacer. Probablemente pensaban, “ahora sí, se va a redimir la gloria de Israel.” Así que cuando Jesús fue crucificado toda su esperanza se fue, todo había sido en vano. Entonces, regresan a su casa, a vivir la vida “normal.” Nada ha cambiado, sus prioridades son las mismas.

¿Has estado tan ciega que no has podido ver a Jesús caminando a tu lado?

Así actuamos nosotras, no reconocemos a Jesús en nuestros dolores y muchas veces ni queremos reconocer nuestros dolores mismos. Vivimos la vida como si nada hubiera cambiado. Nuestras prioridades son distorsionadas. Pero Cristo nos invita a abrir los ojos y ver que aún en las situaciones difíciles, en donde no hay bendición visible, Él camina a nuestro lado. Jesús nos invita a volver a la Prioridad principal y verdadera. A seguirlo en el camino, dondequiera que Él nos quiera llevar.

 

Donar

Necesitamos tu ayuda para poder seguir equipando a más mujeres a lo largo de las Américas.

Donar

 

Noticias por email

Suscríbete al Blog - Ministerio Hermana Rosa de Hierro por correo electrónico

Si te gustaría suscribirte a nuestras noticias mensuales por Email, llena el formulario en la página de noticias.

Contáctanos

+1 501-593-4849 (Teléfono de oficina y mensajes de WhatsApp.)

O envíanos un email

La base de operaciones: Searcy, Arkansas, USA

Fotos

Veas más fotos en nuestra página de Galería de fotos.