Escrito por Liliana Henríquez, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Colombia
“Mejores son dos que uno porque...sí uno cae, el otro lo levanta...” dice en Eclesiastés 4:9-10. Este pasaje generalmente lo usamos cuando hablamos de parejas o matrimonios, pero he descubierto que también aplica para compañeras de oración. He tenido la dicha de tener amigas muy cercanas con las cuales he compartido mis peticiones de oración más íntimas y nos hemos unido para interceder mutuamente ante Dios. El saber que alguien más está orando por mis necesidades, me hace sentir apreciada y amada. Y el hecho de yo poder orar por los anhelos de una amiga querida, me permite expresarle cuánto la amo y la aprecio.
Las parejas, sea del tipo que sea, tienen que seleccionarse con mucho cuidado y sabiduría. Por eso, hoy deseo compartir contigo algunos tips que podrían ayudarte al momento de elegir una pareja de oración:
- Asegúrate de escoger una amiga prudente, que te haga sentir segurade que no divulgará tus peticiones
- De ser posible, escoge a alguien que también esté pasando por la misma situación que tú estás pasando o que tenga el mismo anhelo o proyecto. Esto podría ayudarte a sentir más empatía de su parte. Ejemplo: tema laboral, infertilidad, etc.
- Escriban cada una sus peticiones en un papel e intercámbienlas.
- Relaciona cada petición con una promesa o pasaje bíblico. Esto te hará sentir el respaldo de Dios. Por ejemplo: si tu petición es: “Señor, permíteme entender tu Voluntad,” podrías usar este texto bíblico: “Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos” (Sal. 32:8 RV 1960).
- Prioricen sus peticiones. A medida que Dios vaya respondiendo, pueden ir agregando otros motivos de oración.
- Define con tu compañera de oración, el momento del día en el que se conectarán en oración. Algunos días podrían orar cada una desde su casa por separado, y otros días podrían hacer una video llamada y orar juntas.
- Lleva un registro escrito con la fecha de inicio de sus momentos de oración y de las respuestas que van recibiendo por parte de Dios a medida que el tiempo avanza.
Te sorprenderás al ver lo rápido que Dios responde cuando dos personas se ponen de acuerdo para interceder por un asunto específico. Es voluntad de Dios que intercedamos unos por otros, “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Ef. 6:18 RV 1960).
Te animo a no orar sola, sino a compartir tu corazón con una amiga sabia que pueda ayudarte a llevar tus cargas. Porque mejores son dos que una…
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