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cuba MCuando estuve en la escuela, como a los 12 años, empecé a escribir en un diario de oraciones. Fue una manera más enfocada para expresar mis pensamientos y oraciones a Dios. También fue tremendo testimonio de cómo Dios estaba trabajando en mi vida al volver a leer las oraciones pasadas.
Unos años después de empezar esa práctica, le pedí a Dios que usara mi interés por los idiomas, para Su gloria. Me pareció una buena oración en el momento. Por el interés de mi hermana, toda la familia tomó un curso para aprender el lenguaje de señas y yo ya había empezado mi estudio del español.
Poco después de hacer esa oración, se presentó la oportunidad de recibir una estudiante brasileña en nuestra casa. También se nos dio la oportunidad de conocer a su familia y recibirles en una visita. Mi español limitado y su inglés casi inexistente nos causó mucha risa al comunicarnos con su familia en portugués, pero hicimos un buen intento y tuvieron una linda visita.
En ese tiempo, pensé que ésa era la única manera en la que Dios me estaba contestando esa oración sobre mi pasión por los idiomas: las clases de español, el lenguaje para los sordomudos, y recibir una estudiante extranjera. Estaba equivocada.
Mi perspectiva limitada de una oración “ya contestada” pudiera haber limitado a Dios y las puertas que me quería abrir más adelante: traductora, coordinadora de campañas, retiros de damas, campamentos de jóvenes, establecer nuevas congregaciones (EE.UU., Colombia, México, Venezuela), misionera a tiempo completo en Venezuela… y Dios no ha terminado de contestar esa misma oración.
Y hoy día: Este verano cumpliremos cinco años de establecidos como el Ministerio Hermana Rosa de Hierro, un recuros bilingüe para mujeres y ministerios de damas. Todo lo que hacemos está disponible en los dos idiomas. Y seguimos orando para que todo lo que hagamos sea para gloria y honra del Señor.
La oración sencilla que hice en la secundaria sigue válida hoy. Y anticipo muchas más respuestas a la oración que empecé hace más de 25 años.
Te invito a tomar un momento para reflexionar sobre una oración que le hayas hecho a Dios, una oración que quizás pensabas que ya respondió. Puede que Él no haya terminado de contestártela. No le limitemos en cómo nos Él responde a las oraciones en nuestras vidas. ¡Qué maravilloso es Dios!

#HermanaRosadeHierro, #oración, #idiomas

asi que escuchoAsí que escucho.
Mis oraciones se han transformado de una combinación desorientada de palabras a momentos de silencio, escuchando a lo que Dios habla a mi corazón. Me he dado cuenta del valor de estar en la presencia del Señor en vez de siempre sentir que tengo que decir algo, o que necesito las palabras perfectas para expresar lo que tengo en mente.
Así que escucho Su corazón.
Después de varios años de amistad, mientras estuvimos de viaje en el carro, un amigo me comentó, “Me contenta que ya hayamos llegado al punto en la relación en el que ya no tenemos que llenar el silencio con comentarios. Estamos cómodos el uno con el otro y nos es suficiente pasar tiempo juntos sin decir nada.”
Creo que por fin he llegado a ese punto en mi comunicación con Dios. Él tiene cosas mucho más importantes que decir que las que tengo yo. Su sabiduría es infinita. Sus pensamientos no son los míos ni Sus son míos (Is. 55:8-9), pero anhelo alinear los míos con los Suyos.
Así que escucho Su sabiduría.
Mi expresión desesperada de mis necesidades no llega a la plenitud ni la profundidad de la provisión de Dios. El coro de mis oraciones, cuando soy honesta con mis frustraciones, vuelve al sentir, “No que sea mi voluntad, sino la Tuya.” Entonces, ¿por qué no comienzo allí?
Así que escucho Su voluntad.
No es que me faltan las palabras. Sigo siendo una mujer extrovertida, muy habladora, siempre en búsqueda de una audiencia. Pero he notado el valor de escuchar a Dios, y lo encuentro de mayor valor que mis respuestas baratas.
Así que escucho Su voz.
Y porque escucho, me doy cuenta que tengo mucho más que decir, más de Sus palabras, más de Su Espíritu, más de Su corazón, Sus deseos, y Su amor.
Así que escucho.

#HermanaRosadeHierro, #oración, #escuchar, #Biblia

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