Una noche, estaba meditando en 1 Pedro 5:7 y me di cuenta lo que significa “lanzar” o echar nuestras peticiones y preocupaciones a Dios. Implica soltar mis peticiones y confiar en quien tiene todas las respuestas.
Me imaginé frente al trono de Dios con mi petición y expliqué con instrucciones detalladas cómo Dios pudiera contestar mi oración. Luego, en ves de dejárselo en sus manos, la volvería a tomar al salir de su presencia.
Después de meditar en I Pedro 5:7, unas de mis peticiones más pesadas se transformaron al presentárselas a Dios. Me imaginé entrar en la presencia de Dios y le lancé mi petición, le clamé con ruego de ayuda, y salí corriendo del trono antes de poder tomar la petición nuevamente.
La primera vez que visualicé esa práctica, me salieron las lágrimas al sentir un gran alivio – fue como si un peso de 100 kilos se me hubieran quitado de encima. Repetí la misma práctica la próxima noche y se me hizo más fácil dejársela a Dios en cada noche consecutiva. Sabía que le importaba mi petición. Confié en él para estar a cargo de ella. Había lanzado mis peticiones y mis preocupaciones a Dios. Y, hoy, te invito a hacer lo mismo.
#HermanaRosadeHierro, #oración