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Una de las cosas que nos apasiona mucho como ministerio es los grupos pequeños. Los libros que escribo son diseñados para ser realizados en grupos pequeños.
Después de cada clase en los seminarios, damos preguntas guiadas a ser contestadas en el contexto de los grupos pequeños. Lleva las lecciones a un nivel más práctico y personal, en vez de dejarlas a lo teórico, a pesar de las aplicaciones y los ejemplos que presento en la clase.
Al abrirnos y compartir con otros en el ambiente de un grupo pequeño, aprendemos de las perspectivas de los demás y crecemos en nuestra relación con Dios y las unas con las otras.
Otro aspecto imprescindible de los grupos pequeños es la oración.
Al orar juntos, llevamos nuestras cargas (Gal. 6:2), nos estimulamos al amor y las buenas obras (Heb. 10:24), nos regocijamos con los que se regocijan y lloramos con quienes lloran (Rom. 12:15).
La oración crea vínculos que Satanás no puede romper.
La oración nos dirige al Padre y nos pone en camino con el Espíritu, al seguir el ejemplo de Cristo.
Llama a una hermana y oren juntas hoy. Cuadra un tiempo para tomar un café con unas amigas, más que sólo un tiempo para ponerse al día… Sean intencionales con un plan de levantarse en oración cuando se reúnen.
Y te quiero invitar personalmente a participar en un estudio bíblico en un grupo pequeño donde pueden pasar tiempo orando juntas, estudiando la Palabra juntas, y profundizando las relaciones con Dios y con otras mujeres.
P.D. Si quieres aprovechar nuestro material para grupos pequeños, tenemos cuatro libros a la venta a través de nuestra página web (Humano Y Santo, En la mano derecha de Dios, ¿Quién tiene la última palabra? y Llamada a escuchar).
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¿Sientes la necesidad de hacer más, ser más, cumplir con más? Puede que te sientas que no puedes agregar “una cosa más” a la lista.
Martin Luther dijo, “Tengo tanto que hacer, no puedo pasar menos de tres horas en oración primero.”
La oración es nuestro medio de comunicación con Dios. Se trata de escuchar y hablar. Es la fundación de nuestra relación con YO SOY.
Jesús nos dio un modelo de cómo debemos orar (Mt. 6), pero su ejemplo, de siempre apartarse de toda otra cosa para hablar con Su Padre, es el testimonio sobre la importancia de la oración.
Seas un guerrero en oración o una que sólo ora de vez en cuando para dar gracias por la comida, todos podemos crecer y florecer en una vida de oración.
Como ministerio, reconocemos la bendición vital, esencial, dadora de vida que es la oración. Y valoramos las oraciones de otros al ir al YO SOY de parte de otros.
La oración es una conexión constante y nuestro testimonio de creencia en el YO SOY.
¿Qué significa “Más 1”?
• Invitar a alguien más para orar contigo, por el MHRH, y como socio de oración.
• Crecer en una vida de oración.
• Crecer en relación con el YO SOY.
• Crecer en cómo oramos con otros.
• Agregar al MHRH y la visión de equipar a mujeres a tus oraciones diarias.
• El mes de oración no termina en un mes, ni en un número especifico de días, horas o minutos. ¡Orar sin cesar (1 Tes. 5:17)! ¿Qué podría significar “más 1” para una vida de oración?
Comparte una foto “Más 1” de ti con otra persona orando por el MHRH. Marca a @IronRoseSister por Instagram o @Ministerio Hermana Rosa de Hierro por Facebook con las etiquetas: #HermanaRosadeHierro #orandoalYOSOY #MHRH #oracion