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Durante este mes, nos hemos estado edificando con diferentes lecturas respecto al redefinir el gozo, o sobre cómo Dios ha redefinido el gozo en las vidas de nuestras Hermanas Rosa de Hierro. Sabemos que no siempre todo es bello y bueno en nuestras vidas, y hay circunstancias en tu vida que puedan estar bloqueando o tratando de robar ese gozo en tu corazón. Pero, también sabemos y estamos seguras que la Palabra de Dios tiene poder para transformar todo lo que dejamos en Sus manos, para que juntas podamos decir: “Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría” (Salmo 30:11, RVR1960).
Te compartimos algunos versos que nos recuerdan lo que es el gozo, o lo que produce en nuestras vidas, y te animamos a que nos respondas o compartas cuáles otros versos han fortalecido tu vida con el gozo del Señor.
Juan 16:22
También vosotros ahora tenéis tristeza;
pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón,
y nadie os quitará vuestro gozo.
Salmo 94:19
Cuando en mí la angustia iba en aumento,
tu consuelo llenaba mi alma de alegría.
Habacuc 3:17-18
Aunque la higuera no florezca,
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!
Salmos 28:7
Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se GOZÓ mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré
Isaías 61:10
Me deleito mucho en el Señor;
me regocijo en mi Dios.
Porque él me vistió con ropas de salvación
y me cubrió con el manto de la justicia.
Soy semejante a un novio que luce su diadema,
o una novia adornada con sus joyas.
Filipenses 4:4
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
Salmos 16:11
Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de GOZO;
Delicias a tu diestra para siempre.
Juan 16:24
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre;
pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
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Escrito por Sabrina Nino de Campos, líder del equipo portugués del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Gainsville, Texas
Me recuerdo que, durante mi lectura anual de la Biblia en una de las fases más difíciles de mi vida, justamente estuve leyendo el libro de los Salmos. Y me acuerdo que en una de esas noches donde me sentía débil y sin ganas de seguir, leí el siguiente versículo:
Ésta es la oración al Dios de mi vida: que de día el Señor me mande su amor, y de noche su canto me acompañe. (Salmo 42:8, NVI)
Los Salmos son tan poderosos y llenos de sentimientos humanos y reales. No todos los sentimientos son de felicidad, a veces son de dolor, a veces de enojo, a veces de indignación contra Dios mismo y hasta lástima por sentirse olvidado por Yahvé.
¿Los sentimientos negativos son malos? ¿Estos sentimientos nos impiden sentir gozo? Sentirnos gozosas no depende de que las situaciones de la vida estén perfectas.
La palabra Shalom viene del hebreo y puede significar bienestar. La sociedad hebrea preguntaba, “¿Cómo está tu Shalom?” y eso involucraba varios aspectos de la vida. ¿Cómo están tus ovejas? ¿Cómo está tu plantío? ¿Cómo está tu família? La idea de Shalom significaba harmonía, integridad, paz, florecimiento. Cuando todas las áreas de tu vida estaban en perfecta primavera.
Muchas veces, no sentimos que todo está en perfecta harmonía en la vida, pasamos por dolor que nos quita las fuerzas y las ganas de seguir. Así como muchos salmistas, y el propio Jesús, se sintieron en momentos. Pero, lo que redefine nuestro gozo y restaura nuestro Shalom es Yahvé.
No estaremos felices todo el tiempo, pero sí gozosas siempre en Él. Como los salmistas y como Jesús, no tenemos que esconder nuestro dolor o tristeza, pero podemos entregar todo lo que sentimos en las manos del Señor y descansar a la sombra de Sus alas. Nuestro Shalom, nuestra paz, viene de Él, quien nos hace completas. No porque todo es perfecto y en paz, pero porque Él es perfecto y es nuestra paz. Él se transforma en nuestro Shalom. La única manera de estar completas y gozosas.
Si redefinimos nuestra oración y redefinimos nuestras prioridades, ¡nuestro gozo también será redefinido!
Si hacemos que nuestra oración sea que de día el Señor mande Su amor y de noche Su canto nos acompañe, podemos recibir Shalom y Gozo que exceden el entendimiento.
¿Qué actitudes necesitas redefinir en tu vida para que tu gozo dependa del Señor y no de ti?