Escrito por Corina Diaz, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Argentina
A través de la historia de la Biblia observamos distintos episodios de gozo y gratitud, algunos son cantos de alabanza, otros son oraciones y otros, simplemente instrucciones para la vida cristiana. Así que parece muy amplio el sentido de gozo cuando leemos un libro que contiene la historia de la humanidad.
El gozo se puede manifestar como una emoción, pero también como un estado que atravesamos en un determinado período de tiempo. Me gusta pensar en la idea de que Dios se goza con nosotros y que es un gozo que fluye a través de mí por Su amor infinito. En Deuteronomio 28:63 dice que Dios se gozó con el pueblo y en el capítulo 30:9, también relata que Dios se gozó con los antepasados. Entonces, vemos que es una cualidad de Dios y que, de la misma manera, Dios buscaba transmitirla a Su pueblo.
Entonces se me viene a la mente Mateo 25:23 (RVR1960), “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” La invitación es clara, pero, ¿cómo podemos lograrlo?
Recuerdo que en algún momento exagerado de mi vida siempre mencionaba que estaba gozosa porque así lo decía la Biblia en Tesalonicenses -estar siempre gozosos y orar sin cesar-. Sin embargo, esto fue algo que no pude sostener con el tiempo, para estar gozosa era necesario participar del sufrimiento de la cruz junto a Cristo. Yo quería estar gozosa, pero debía permitirme sentir otras emociones y experimentar otros estados para ir avanzando en el ciclo del gozo del que tanto el Señor me ha invitado a participar. El gozo es el fruto del Espíritu Santo y surge de la alegría de generar bondad y caridad con la humanidad.
Como dice C.S Lewis en su libro “Sorprendidos por el gozo,” el gozo es degustado cuando Dios nos los sirve, cuando estamos tan conectados con Dios que podemos hallarle en la simpleza de un atardecer.
“Dudo que cualquier persona que lo haya probado (el gozo) lo cambiaría, si estuviera en su poder, por todos los placeres del mundo.”