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Pablo, en su carta a los Efesios, hace referencia a la batalla espiritual que todos enfrentamos. Como parte de su admonición final, anima a los Efesios a “ponerse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo” (Ef. 6:11).
Pabla conocía bien los desafíos y las luchas de la batalla espiritual. Apedreado, golpeado o sacado de noche para evitar otro azote, la fe de Pablo fue probada muchas veces. Al escribir la carta a los Efesios desde la cárcel, afirmamos que Pablo conocía bien las batallas espirituales.
A veces, cuando Pablo reflexiona en sus debilidades y el cansancio de la lucha cuando enfrentaba una batalla espiritual… ¿Sabes lo que le animaba? ¿Cuál era una fuente clave de fuerza? Las oraciones de otros.
Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos. Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas. Oren para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo. (Ef. 6:18-20)
Al final de la descripción de la armadura de Dios (Ef. 6:11-17), Pablo recuerda a sus lectores la importancia de la oración, la pega que une a la armadura en medio de la batalla.
Jesús mismo afirma esta verdad. Durante Su tiempo en la tierra, le vemos poner alta prioridad en el tiempo en comunión con Su Padre. Pasaba toda la noche en oración (Lc. 6:12). Jesús conocía bien las luchas de la batalla espiritual también. La noche antes de una de las batallas espirituales más fuertes que enfrentó, no sólo pasó la noche en oración, pero también pidió que los tres apóstoles más cercanos le acompañaran en oración y se mantuvieran despiertos (Mt. 26:36-38).
No importa lo que enfrentamos, tal y como fue para Pablo y para Jesús, las oraciones de otros nos fortalecen en la batalla espiritual. Es una parte importante que jugamos en las batallas espirituales de otros.
¡Gracias por ser guerreros en oración con nosotros! Y queremos que sepan que les acompañamos en oración también.
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Escrito por Carolyn “Jo” Gower
El Ministerio Hermana Rosa de Hierro ha sido cubierto en oración desde su inicio y ahora seguimos levantando al MHRH al Padre en los cielos para pedir Su plan en el año 2020.
La Biblia menciona la oración más de 870 veces. Parece que hay un patrón de oración en la Biblia que resalta la relación entre la oración y nuestra relación con el Padre. Debemos comunicarnos con Él frecuentemente usando Su Palabra y la oración. El orar no es decir “una oración,” sino que el orar se convierte en algo tan natural como el respirar, acercándonos más a Dios. Jesús dijo, “Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.” (Jn. 12:32). Entonces, “acerquémonos con corazón sincero” a Dios (Heb. 10:22a).
La Biblia contiene una crónica de 650 oraciones y nos cuenta 450 respuestas. Además, la Biblia enseña 10 lecciones sobre la oración, compartidas por Jesús mismo durante Su ministerio. Los discípulos consideraron la oración como elemento esencial para su entrenamiento: “Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos” (Lc. 11:1).
Entonces, ¿cuán importante es aprender a orar efectivamente? Perdemos las bendiciones porque “No tienen, porque no piden” (James 4:2). Podemos perder la oportunidad de ser instrumento de Dios para traer a otros a Cristo. En Mateo 9:37-38, Jesús dice a Sus discípulos, «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo». Jesús quiere que usemos la oración como herramienta para proveer más obreros, seas quién es enviado o si Dios te utiliza para enviar a otros. De las dos formas, más obreros irán y cumplirán la gran comisión en Mateo 28:16-20.
Al pensar en el Ministerio Hermana Rosa de Hierro y nuestra actitud en la oración, los siguientes versículos bíblicos se pueden usar como inicios de oración. Al tomar un versículo a la vez, ayudamos a inundar las puertas de los cielos por las bendiciones necesitadas por este ministerio, por ti misma, y por otros.
Pasajes bíblicos sugeridos para inicios de oración:
• Ora por tus enemigos. Mt. 5:43-44; Lc. 6:27-28
• Ora con sinceridad. Mt. 6:5-8
• La oración modelo. Mt. 6:9-15; Lc. 11:1-4
• Pide y se les dará. Mt. 7:7-12; 1 Jn. 5:13-15; Lc. 11:5-13
• Pide por obreros. Mt. 9:35-38; Lc. 10:1-2
• Ora como grupo por la unidad. Mt. 18:18-20
• Ora por toda nación. Mc. 11:15-17; Mt. 21:12-13; Lc. 19:45-46
• Siempre ora y persiste en oración. Lc. 18:1-8
• Humíllate delante de Dios. Lc. 18:9-14
• La oración efectiva marca una diferencia. Mc. 9:28-29
• Cree y nunca dudes. Mc. 11:20-25; Mt. 21:18-22
• No ores para gloriarte. Mc. 12:38-40; Lc. 20:47
• Ora para superar la tentación. Mc. 14:38; Lc. 22:40, 46; 1 Cor. 10:13
• Ora en el nombre de Jesús y obedece Sus mandamientos. Jn. 14:13-15, 15:7, 15:16, 16:23-27
• Ora con pasión. Heb. 5:7
Toda pregunta de la vida se puede contestar directamente por la Palabra de Dios, incluso la de ¿cómo debo orar? Aún cuando no sabemos qué orar, hay ayuda, “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras” (Rom. 8:26).
Somos altamente bendecidos al servir a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, quién nos ayuda a orar. Al acompañarnos en oración por el Ministerio Hermana Rosa de Hierro, estoy orando por ti al servir a Cristo y la parte que tienes en el Todo.
