Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.
Etiquetas
Búsqueda
Compras en línea
Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más
Blog
Más entradas del blog abajo
- Detalles
Escrito por Deanna Brooks, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Arkansas
Pablo y Bernabé nos enseñan que diferentes personalidades pueden trabajar juntas cuando Dios es el centro.
Hechos 4:36-37 (NVI) introduce a Bernabé. “José, un levita natural de Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa: Consolador), vendió un terreno que poseía, llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles.”
Pablo entra en escena en Hechos 7:58-8:1, llamado por su nombre judío Saulo, sosteniendo las vestiduras de los que apedreaban a Esteban y aprobando la ejecución, indicando que tenía alguna autoridad entre los líderes judíos. Nació en Tarso, una antigua ciudad frente a la costa del norte del Mar Mediterráneo. Filipenses 3:5-6 dice que era de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos, fariseo. Habría considerado a Jesús un falso profeta debido a Su afirmación de ser el Hijo de Dios. Habría creído que los nuevos discípulos estaban dejando al verdadero Dios del judaísmo, al igual que sus antepasados al seguir a los dioses cananeos.
Saulo creció en Jerusalén y estudió en la escuela de Gamaliel (Hch. 22:3).
Saulo fue a Damasco con una carta de autoridad del sumo sacerdote de la sinagoga, con la intención de perseguir a la iglesia allí. En el camino se encontró con Jesús y fue bautizado por Ananías. Comenzó a predicar en Damasco poco después de ser bautizado, asombrando a los discípulos que sabían que originalmente había venido con la intención de perseguir a los cristianos allí (Hch. 9:21).
Cuando Saulo volvió a Jerusalén, los discípulos le tenían miedo; lo recordaban como un perseguidor de la iglesia. Pero Bernabé se paró a su lado y lo presentó a los apóstoles (Hch. 9:26-27). Ellos no confiaron en Saulo, pero confiaron en Bernabé.
Los discípulos se habían dispersado después del apedreamiento de Esteban. En Hechos 11 llega a Jerusalén la noticia de que había creyentes en Antioquía, y Bernabé fue enviado a investigar. Hechos 11:23 nos dice, “Cuando él llegó y vio las evidencias de la gracia de Dios, se alegró y animó a todos a hacerse el firme propósito de permanecer fieles al Señor.”
Bernabé luego fue a Tarso a buscar a Saulo, que había sido enviado allí por los discípulos en Jerusalén para su seguridad (Hch. 9:30; 11:25-26), y lo llevó a Antioquía donde trabajaron juntos durante un año.
Leemos en Hechos 13:2, “…el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado».”
Otro discípulo misionero, Juan Marcos, acompañó a Saulo y Bernabé en este primer viaje misionero, ayudándolos mientras iban de pueblo en pueblo. En Pafos, Marcos se va y regresa a casa.
Hechos 13:9 se refiere a “Saulo, a quien también llamaban Pablo”, y desde este punto en adelante leemos de Pablo y Bernabé mientras continúan sin Marcos. Este viaje estuvo lleno de corazones receptivos, así como de la persecución de los judíos, quienes a veces los seguían de pueblo en pueblo.
Cuando Pablo y Bernabé terminaron este primer viaje, navegaron de regreso a Antioquía, reunieron a la iglesia y declararon todo lo que Dios había hecho a través de ellos y cómo había abierto la puerta de la fe para los gentiles.
Incluso después de toda la persecución, Pablo y Bernabé comenzaron a planificar un segundo viaje misionero. Bernabé quería volver a llevarse a Marcos, dándole otra oportunidad, pero Pablo se opuso y discutieron. Hechos 15:39 lo llama un “fuerte desacuerdo.”
Como resultado de este desacuerdo, tomaron caminos diferentes; Bernabé tomó a Marcos, Pablo tomó a Silas, y el evangelio se difundió en dos direcciones. Pablo completó tres viajes misioneros. No tenemos detalles sobre el trabajo posterior de Bernabé.
Pablo parece estar orientado a objetivos... tenía un propósito, un plan... y no quería que se interrumpiera. Probablemente tomó decisiones rápidamente y luego las mantuvo.
Bernabé parece estar orientado a las relaciones, buscando a aquellos que necesitaban ánimo. Probablemente se tomó su tiempo para tomar decisiones, evaluando cuál era la necesidad antes de actuar.
A pesar del desacuerdo, parece que Pablo se mantuvo al día con el trabajo de Bernabé y Marcos. En 2 Timoteo 4:11 Pablo escribió, “Solo Lucas está conmigo. Recoge a Marcos y tráelo contigo, porque me es de ayuda en mi ministerio.”
Pablo valora a Marcos, y asumimos que el desacuerdo entre Pablo y Bernabé no fue una ruptura permanente. En las relaciones llenas de Cristo, los buenos amigos pueden tener fuertes desacuerdos y aun así mantener el respeto y la amistad.
La confianza que Bernabé tenía en Marcos bien pudo haber sido lo que lo animó a escribir su evangelio.
Así como Dios usó a Pablo y Bernabé a pesar de sus diferencias, Él puede usar nuestras diferentes personalidades para Sus propósitos. Pablo tenía un celo intenso; Bernabé tenía un corazón para la gente. Podemos aprender de ambos.
- Detalles
Escrito por una voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en los Estados Unidos
Soltería: Calidad o estado de ser soltera, sin matrimonio.
Esto es reciente para mí. Estuve casada por muchos años con un guerrero del Señor y lo perdí por COVID hace 18 meses. Se siente tan extraño tratar de aceptar esto: estoy soltera.
Pablo considera su soltería como un regalo de Dios. En 1 Corintios 7, habla sobre el matrimonio, el sexo y la soltería en los versículos 1 y 2 (NVI), “«Es mejor no tener relaciones sexuales». Pero, en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo.”
Unos versículos más adelante en los versículos 6-9 (NVI) Pablo dice,
Ahora bien, esto lo digo como una concesión y no como una orden. En realidad, preferiría que todos fueran como yo. No obstante, cada uno tiene de Dios su propio don: este posee uno; aquel, otro. A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo. Pero, si no pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión.
¿Por qué Pablo vería la soltería como un regalo? Lo explica en los versículos 32-34, “Yo preferiría que estuvieran libres de preocupaciones...” Ser solteras nos da la capacidad de servir al Señor en cualquier parte del mundo, sin tener que considerar si nuestro cónyuge también esté deseoso de ir a vivir donde nos sentimos llamadas. Estamos enfocadas en servir sólo a Dios.
Pero al principio, en Génesis 2:18, Dios dijo, “«No es bueno que el hombre esté solo.” Pablo piensa que la soltería es buena para que podamos enfocarnos completamente en servir a Dios. Pero Dios sabía que no era bueno para todos.
Le pedí a un buen amigo que compartiera conmigo sus pensamientos sobre la soltería. También estuvo casado durante mucho tiempo y ahora ha estado soltero más tiempo que yo. Él dijo: “Es antinatural y duele.”
Estoy de acuerdo.
Dios nos hizo hombre y mujer por una razón; no sólo para la procreación. Sí, esa es una razón muy importante para mantener a la humanidad viva y creciendo en esta tierra, pero el matrimonio es mucho más que tener hijos. Después de criar a mis hijos hasta la edad adulta y seguir teniendo el maravilloso regalo del matrimonio durante muchos años, anhelo volver a tener esa relación; tener el amor y el apoyo diarios, la camaradería, la risa, el contacto físico y simplemente el hecho de llevar las cargas de la vida cotidiana junto con un compañero.
En este momento, una gran parte de mí se siente destruida y vacía, como una vieja casa querida que ha sido incendiada y abandonada. Pero los sentimientos no son hechos. Sé que no estoy abandonada. Mi Padre siempre está aquí conmigo, cada minuto de cada día. Cuando perdí a mi esposo, mi Papá en el cielo me regaló una tribu de amigos piadosos que me dieron la bienvenida (Rom. 15:7), me amaron (Rom. 12:10) y me alentaron (Prov. 27:9). Mi tribu llevó conmigo mi debilidad (Rom. 15:1-3).
Dios también me ha consolado de maneras sorprendentes, como poner en mi corazón hacer una lista de las cargas que mi esposo ya no lleva. Leo esta lista a menudo e imagino lo feliz que él está ahora en el paraíso (Ap. 21:4).
Mi Padre me recuerda cuán fugaz es la vida en la tierra en Santiago 4:14b, “¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece.” En comparación con la eternidad, nuestras vidas aquí en la tierra son realmente muy cortas. Pero no se sienten cortas, especialmente cuando estamos dolidas.
No sé por qué Dios eligió llevar a mi esposo a casa, ni cuánto tiempo me quedará en esta tierra para vivir. En este momento, la soledad de cada noche es como un agujero negro que amenaza con tragarme por completo. Se siente antinatural estar sola. Y duele. Entonces, recurro a mi “Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones…” (2 Cor. 1:3-4 NVI).
Sigo aquí. No sé por qué, pero mientras lo esté, serviré a Dios y seguiré Su Palabra lo mejor que pueda. Entonces, estudio sobre la viudez, “La mujer está ligada a su esposo mientras él vive; pero, si el esposo muere, ella queda libre para casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor” (1 Cor. 7:39).
La soltería y yo no somos amigas. He comenzado a orar para que Dios me conceda un hombre piadoso al que pueda amar y que me ame, alguien a quien tomar de la mano mientras cruzamos la línea de meta de la vida juntos. Por ahora, puedo descansar en Él mientras espero, recordándome este pasaje a menudo., “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios” (Sal. 46:10).
Mi Papá en el cielo es infinitamente mejor que cualquier padre terrenal en la selección de mis citas, porque puede ver en sus mentes y corazones y conoce sus intenciones. Confío en que Él me traerá al hombre adecuado si me muevo del asiento del conductor (lo cual, francamente, ¡es difícil para mí!), y le permito a Él tomar el liderazgo.
La soltería puede ser una gran bendición para algunas. Pero no es para todas. Lo más importante en esta vida es amar y servir a nuestro Creador con todo nuestro corazón, mente, alma y fuerza, ya sea soltera o casada. ¡Y un día podremos regocijarnos mientras conversamos estos eventos juntos en el cielo!