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Escrito por Karyn Dancy, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Arkansas
Esta mañana estaba leyendo un devocional sobre Jonás que realmente me impactó. Señalaba cómo huía Jonás porque Dios es misericordioso, y Jonás no sentía que los ninivitas merecieran misericordia. Dios es misericordioso. Incluso a los ninivitas que hicieron cosas deplorables.
¿Alguna vez pensaste por qué Dios perdonaría a los ninivitas, pero no a Sodoma y Gomorra? Él sabía en qué se convertirían.
Me llamó la atención porque Dios es misericordioso conmigo. Una y otra vez, Dios ha sido tan paciente conmigo, enseñándome paso a paso lo que puedo aceptar y mejorar poco a poco. Por ejemplo, he luchado contra la depresión desde un terrible accidente automovilístico que me causó algo de daño cerebral hace 20 años. Incluso batallé con el suicido. Sin embargo, hace diez años tuve lo que me pareció una revelación. Verás, siempre pensé que mi fe en Dios era fuerte, pero en un momento que cambió mi vida hace diez años me di cuenta de que, si no confiaba en que Dios tenía un plan para mi vida, entonces mi fe no era fuerte porque Él me prometió que tiene buenos planes para mí en Jeremías 29:11.
Siento que eso debe ser algo tan obvio para cualquiera que haya pensado en ello, pero para mí tomó tiempo el darme cuenta. Sin embargo, Dios me lo reveló en el momento adecuado. Fue un momento ¡ajá! en el que necesitaba poder luchar contra la depresión y confiar en el Señor. Me dio una historia para compartir.
Créeme, hay muchas más historias en las que he estado en el camino equivocado en la vida, muchas más vergonzosas, pero Dios fue paciente conmigo y me ayudó a comprender lo que necesitaba en el momento adecuado. Podría recordar todos mis años de hacer las cosas mal y pensar que Dios debería haberme abandonado tantas veces, pero todavía estoy aquí, así que Él debe ver que seré parte de Su plan algún día. Quizás ese día sea hoy. Probablemente siempre seré un trabajo en progreso hasta que Él me llame a casa.
He sido muy negativa conmigo misma, castigándome por mi pasado y también por mi apariencia física. Es hora de redefinirme. Dios ve algo en mí. Voy a agarrarme de eso y buscarlo. Voy a buscar Su voluntad en mi vida. Todavía voy a tropezar, pero sé que Dios sabe que voy a llegar allí. Eso es suficiente para mí.
Y por si necesitas el recordatorio hoy, Su misericordia es suficiente para ti también
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Escrito por Katie Forbess, presidenta de la Junta Directiva del Ministerio Hermana Rosa de Hierro
Publicado originalmente el 02 octubre de 2020
Estimada Hermana….,
¡Hola! ¿Cómo estás?
Algunos artículos de blog recientemente se tratan de solteras y por esa razón decidí escribirte una carta con algunos pensamientos sobre ti y para comunicarte que tú eres una parte vital y absolutamente necesaria del cuerpo entero. Tú eres una parte imprescindible de mi vida y del Cuerpo de Cristo.
Tú eres una parte increíble de mi vida, particularmente de mi vida espiritual. Tienes una perspectiva y me brindas exhortación de una manera completamente única. Sé que ser soltera a veces ha sido un desafío para ti tanto como el ser casada ha sido un desafío para mí. Siempre me guías al Padre de una forma hermosa y edificante mientras no dejas que yo me salga con la mía tampoco. No siempre he sido capaz de comprenderte a ti como tú puedes comprenderme a mí.
Tu manera de trabajar en la iglesia detrás de las cámaras, mientras dedicas tu corazón entero a lo que haces, es inspirador. Tu forma de servir como partera a las mujeres y luego ayudar con la lactancia o cualquier necesidad que tengan es también impresionante. Dios te ha dado tantos dones únicos y aprovechas de ellos cada día cuando Dios te presenta con nuevas oportunidades.
Eres una persona sin miedo. Bueno, seremos honestas, a veces tienes miedo, pero enfrentas el miedo con la palabra de Dios. Tomas el miedo y lo pones en su lugar ante el Padre y lo declaras a otras hermanas para que ese miedo ya no tenga dominio sobre ti.
Tu fuerza viene de Jesucristo, y no de ningún otro hombre. Estás casada con Cristo de una manera que yo a veces anhelo. Tomas tu compromiso en serio tanto como un voto de matrimonio.
Sé que has sufrido periódicamente porque no siempre he sido considerada y no te aprecio tanto como debería. Han pasado muchas veces cuando has venido y me has ayudado y me has entendido cuando nadie más lo hizo. Comprendías lo que pasaba e hiciste algo al respeto. Siempre te dedicas a la oración y acción frente a las pruebas.
Dentro de la iglesia yo sé que han pasado momentos cuando los demás te han lastimado por hablar constantemente de buscarte una pareja, limitar tu opinión en el equipo misionero porque no tienes esposo, e ignorarte en las conversaciones y acciones. Lo siento. Siento que hayas sufrido y me esforzaré para hacerlo mejor y pido a Dios que como iglesia podamos hacerlo mejor.
Ofreces muchísimo a la iglesia y a la vida cristiana. Yo sé que cualquier congregación por donde entras, ya sea por un solo domingo o por diez años, es una congregación bendecida.
Gracias por ser tú misma y por ser honesta con los demás en cuanto a cómo Dios te forma y moldea en toda clase de circunstancias.
Eres una guerrera de oración y te agradezco por siempre estar dispuesta a orar conmigo, a orar por mí o presentar peticiones de oración. ¡Yo sé que tu vida está en un momento especial de espera para una misión nueva y estoy ansiosa por ver a dónde Dios te va a llevar!
¡Te quiero, hermana!
Katie