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Directo de la Palabra… Guía de oración
Escrito por Carolyn “Jo” Gower
El Ministerio Hermana Rosa de Hierro ha sido cubierto en oración desde su inicio y ahora seguimos levantando al MHRH al Padre en los cielos para pedir Su plan en el año 2018.
La Biblia menciona la oración más de 870 veces. Parece que hay un patrón de oración en la Biblia que resalta la relación entre la oración y nuestra relación con el Padre. Debemos comunicarnos con Él frecuentemente usando Su Palabra y la oración. El orar no es decir “una oración,” sino que el orar se convierte en algo tan natural como el respirar, acercándonos más a Dios. Jesús dijo, “Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.” (Jn. 12:32). Entonces, “acerquémonos con corazón sincero” a Dios (Heb. 10:22a).
La Biblia contiene una crónica de 650 oraciones y nos cuenta 450 respuestas. Además, la Biblia enseña 10 lecciones sobre la oración, compartidas por Jesús mismo durante Su ministerio. Los discípulos consideraron la oración como elemento esencial para su entrenamiento: “Y aconteció que estando Jesús[a] orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos” (Lc. 11:1).
Entonces, ¿cuán importante es aprender a orar efectivamente? Perdemos las bendiciones porque “No tienen, porque no piden” (James 4:2). Podemos perder la oportunidad de ser instrumento de Dios para traer a otros a Cristo. En Mateo 9:37-38, Jesús dice a Sus discípulos, “«La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo». Jesús quiere que usemos la oración como herramienta para proveer más obreros, seas quién es enviado o si Dios te utiliza para enviar a otros. De las dos formas, más obreros irán y cumplirán la gran comisión en Mateo 28:16-20.
Al pensar en el Ministerio Hermana Rosa de Hierro y nuestra propia salud espiritual, los siguientes versículos bíblicos se pueden usar como inicios de oración. Al tomar un versículo a la vez, ayudamos a inundar las puertas de los cielos por las bendiciones necesitadas por este ministerio, por ti misma, y por otros.
Pasajes bíblicos sugeridos para inicios de oración:
• Ora por tus enemigos. Mt. 5:43-44; Lc. 6:27-28
• Ora con sinceridad. Mt. 6:5-8
• La oración modelo. Mt. 6:9-15; Lc. 11:1-4
• Pide y se les dará. Mt. 7:7-12; 1 Jn. 5:13-15; Lc. 11:5-13
• Pide por obreros. Mt. 9:35-38; Lc. 10:1-2
• Ora como grupo por la unidad. Mt. 18:18-20
• Ora por toda nación. Mc. 11:15-17; Mt. 21:12-13; Lc. 19:45-46
• Siempre ora y persiste en oración. Lc. 18:1-8
• Humíllate delante de Dios. Lc. 18:9-14
• La oración efectiva marca una diferencia. Mc. 9:28-29
• Cree y nunca dudes. Mc. 11:20-25; Mt. 21:18-22
• No ores para gloriarte. Mc. 12:38-40; Lc. 20:47
• Ora para superar la tentación. Mc. 14:38; Lc. 22:40, 46; 1 Cor. 10:13
• Ora en el nombre de Jesús y obedece Sus mandamientos. Jn. 14:13-15, 15:7, 15:16, 16:23-27
• Ora con pasión. Heb. 5:7
Toda pregunta de la vida se puede contestar directamente por la Palabra de Dios, incluso la de ¿cómo debo orar? Aún cuando no sabemos qué orar, hay ayuda, “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras” (Rom. 8:26).
Somos altamente bendecidos al servir a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, quién nos ayuda a orar. Al acompañarnos en oración por el Ministerio Hermana Rosa de Hierro, estoy orando por ti al servir a Cristo y cuidar te tu salud espiritual.
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Hoy, te invito a participar en la disciplina espiritual que se llama Lectio Divina. Se puede hacer con cualquier porción de la Biblia.
Antes de empezar, pasa un tiempo en silencio, preparando tu mente para escuchar lo que Dios te revela en ese parte de las Escrituras.
Los versículos escogidos (Filipenses 1:3-11 o los que escoges), se leen cuatro veces consecutivas, cada vez haciendo una pregunta distinta y dejando un tiempo de silencio despues de cada paso.
1. Lee los versículos, escuchando por una palabra o frase que se te resalta. Repita la palabra varias veces sin pensar mucho en esa frase.
2. Reflexiona o medita sobre la palabra o la frase al leer los versículos por segunda vez. Puedes preguntar, “Qué está pasando en mi vida que se me hizo esa palabra más llamativa hoy?”
3. Responde. ¿Hay una invitación o un desafío al cual Dios te está llamando? ¿Cuál es tu respuesta a esa invitación? Quizás ese versículo ha tocado un lugar de dolor, frustración, o ira. Podemos expresar esos sentimientos a Dios en la seguridad que Él ofrece en ese momento de comunión, y en oración.
4. Cuando ya se nos ha pasado la respuesta, leemos los versículos una vez mas, en contemplación — para descansar en Dios y afirmar nuestro compromiso de caminar con Él en nuestra vida diaria, inspiradas y animadas por la palabra o frase que escuchamos a través de este ejercicio.
Porciones tomadas de Ritmos sagrados, escrito por Ruth Haley Barton y La celebración de la disciplina por Richard Foster.
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