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¡Feliz año nuevo!
Sus misericordias son nuevas cada mañana (Lam. 3:22-23), pero hay algo especial con un Año Nuevo. Es un hito, una marca que cierra un año y da la bienvenida al próximo. No importa lo que pasó en el año pasado, se ha pasado la página, un nuevo capítulo ha comenzado.
No hay nada mágico en el momento preciso de la medianoche. Sólo cambiamos la notación del número del año… pregunta a miles de personas que siguen escribiendo el año anterior por las primeras semanas del nuevo año. Nos cuesta acostumbrarnos a los nuevos comienzos.
Nuevos comienzos y nuevos años traen un momento para reflexionar en todo lo que ha pasado y anticipar el futuro.
Nuevos comienzos pueden implicar celebración o duelo: la pareja que se acaba de casar o la familia que perdió a un ser querido.
Nuevos comienzos vienen de decisiones que hemos tomado o de las consecuencias de las decisiones de otros: graduaciones o divorcio.
Sea por circunstancias positivas o negativas, seamos listos o no, los nuevos comienzos nos ofrecen la oportunidad de comenzar de nuevo, aprender del pasado, y tomar el próximo paso hacia el futuro.
Y ¿adivina quién estaba allí caminando contigo antes y quién seguirá caminando contigo en el nuevo comienzo?
YO SOY.
Yo, personalmente, no pretendo estar contigo en tu caminata. Me encantaría caminar contigo en lo que estás viviendo. Pero estoy limitada físicamente, logísticamente, y emocionalmente.
Permíteme recordarte que el YO SOY no tiene esas limitaciones. Él puede caminar con cada uno de nosotros en todo nuevo comienzo.
No importa cuál sea tu nuevo comienzo en el 2019, da la bienvenida al YO SOY para que Él sea el autor de tu caminata.
Este año, como ministerio, estaremos preparando el camino para el YO SOY, en nuestros corazones, nuestras mentes y en nuestras conversaciones. Buscamos Su perspectiva y estamos creciendo en nuestra confianza del YO SOY y de todos los nombres que Él representa.
Parte de este enfoque es en anticipación al próximo libro de estudio (estoy trabajando en él ahora mismo). Se titula YO ya SOY y está en combinación con el Retiro al Destino que se realizará el primer fin de semana de noviembre.
Vamos a animarnos en los nuevos comienzos como hierro afilando a hierro, inspirándonos a florecer como rosas bellas a pesar de las espinas. Específicamente, como ministerio, un nuevo comienzo es una confianza reforzada en el YO SOY como el todo. Por lo tanto, estamos preparando el camino para que Dios trabaje por nosotros a equipar a más mujeres para que se conecten con el YO SOY y con otras mujeres más profundamente.
Cuenta con nuestras oraciones y apoyo en tus nuevos comienzos con el YO SOY este año.
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“¡Alégrate, oh Israel! Vendrá, ya viene Emanuel.”
El coro de esta canción navideña fue cantado con mucho gusto y energía por mi sobrino de seis años durante el culto de adoración el domingo. Su exuberancia fue incomparable y su fe ejemplar. El hecho de que murmuró la letra de las estrofas no afectó para nada la manera, llena de fervor, en la que él se regocijó en cada coro.
Mi alma resonó con el grito de su corazón, “¡Oh ven, Emanuel!” Nos regocijamos en el hecho de que “Dios con nosotros” fue una profecía predicha (Is. 7:14) y una promesa cumplida (Mt. 1:22-24). Lo más bello es que no era algo de “una vez y ya.”
Por el Espíritu Santo, celebramos Emanuel diariamente para quienes creen y que han sido bautizados, dando la bienvenida a “Dios con nosotros” a ser “Dios en nosotros.”
Emanuel, para mí, se ha convertido en una invitación y recordatorio de mantener a Dios al frente en mis pensamientos y acciones. Además, si Dios es para mí, ¿quién contra mí?
O ven, o ven, Emanuel.
Sé el autor de mi vida.
Rescata mi alma cautiva.
Consuela y compunge.
Redime y recuerda.
O ven, o ven, Emanuel.