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Conclusión
Ama a Dios. Ama a otros. Escucha a Dios. Escucha a otros.
Durante los últimos cuarenta días, hemos hecho eso mismo. Al desarrollar nuestras habilidades de escuchar, estamos más equipadas para cumplir el mayor mandamiento (Mt. 22:34-39). Y dado que has trabajado por cuarenta días para formar un nuevo hábito, ¡no te detengas! Ya estás equipada para continuar tu devoción de escuchar a Dios y de escuchar a otros. Para mí, personalmente, mi compromiso renovado al escuchar se puede resumir en las siguientes dos frases, las que he repetido constantemente durante las últimas seis semanas:
“Habla, que tu sierva escucha.”
“Estoy escuchando a la voz suave del murmullo susurrado.”
Es por ello que el verdadero problema de la vida cristiana aparece donde la gente usualmente no lo busca. Aparece en el momento mismo en que despiertas cada mañana. Todos tus deseos y esperanzas para el día se abalanzan sobre ti como animales salvajes. Y la primera tarea cada mañana consiste simplemente en empujarlos atrás; en escuchar a esa otra voz, tomar ese otro punto de vista, dejar que esa otra vida, más grande, más fuerte y más tranquila, fluya en ti. Y así durante todo el día. Apartándote de tu natural alborotarte por naderías y tus naturales irritaciones; protegiéndote del viento. Al comienzo, sólo podemos hacerla por momentos. Pero a partir de esos momentos, la nueva clase de vida se esparcirá por todo nuestro sistema; porque ahora lo estamos dejando trabajar en la mejor parte de nosotros. Es la diferencia entre la pintura, que meramente yace sobre la superficie, y la tintura o una mancha que impregna en profundidad.
Mi oración para ti específicamente es que las cosas que has oído durante los últimos cuarenta días no sean como pintura blanqueada. Sino que lo que escuchabas llegue a lo más profundo de tu alma, transformado tu corazón, renovando tu mente, y dándote nuevas fuerzas.
Ama a Dios. Ama a otros. Escucha a Dios. Escucha a otros.
Gracias por acompañarnos en el camino del escuchar. Anticipo escuchar maravillas de lo que Dios está haciendo en nuestras vidas desde ahora en adelante mientras seguimos escuchando.
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Semana 6: Escuchando por los cinco sentidos
Toca y escucha Su bondad
Semana 6, Día 5
El escuchar por el tocar es un poco más complicado para poner en práctica en estos 40 días de devoción. Sin embargo, te invito a colocar “la gorra para pensar.” Pon los oídos que escuchan bien. Es un acto físico que ilustra la invitación espiritual. Dios nos manda a amar con todo el corazón, alma, mente, y fuerza (Mt. 22:36-40). Y eso implica que debemos escuchar con todo el corazón, alma, mente, y fuerza.
Pasa tu dedo por las orejas, y fíjate en los detalles de las dobleces y las curvas en el cartílago. Así mismo Dios las hizo. No hay dos orejas iguales. Y aunque las orejas nos ayudan a filtrar el sonido, no es dónde se realiza el escuchar. El sonido pasa por el conducto auditorio y vibra los huesos pequeños y la membrana, mandando señales al cerebro, las cuales interpretamos en el hablar y con otros sonidos. Ya toca el último ejercicio de escuchar. Sea por el escribir o por el dibujar, vamos a usar el sentido del tacto como recordatorio de nuestra “Llamada a escuchar.” Renovaremos el compromiso de escuchar al Maestro y nuestra devoción a Él.
En la primera oreja (izq.): Escribe o dibuja las cosas que has oído de Dios y recordatorios de cómo Él te habla personalmente.
Para la segunda oreja (abajo): En la curva de la oreja, escribe la frase, “Habla, que tu sierva escucha” (1 Sam. 3:10b). Y dibuja en la oreja una perforación que representa el compromiso descrito en Éxodo 21:5-6 (NVI) y la renovación de nuestra propia devoción al Maestro. 5 Si el esclavo llega a declarar: “Yo no quiero recobrar mi liber-tad, pues les tengo cariño a mi amo, a mi mujer y a mis hijos”, 6 el amo lo hará comparecer ante los jueces, luego lo llevará a una puerta, o al marco de una puerta, y allí le horadará la oreja con un punzón. Así el esclavo se quedará de por vida con su amo.
¡Nos encantaría escuchar de ti! Por favor, comparte con nosotras de lo que estás escuchando y cómo estás creciendo en la devoción al escuchar.
Esta entrada del blog viene del libro Llamada a escuchar: Cuarenta días de devoción. Para pedir una copia del libro, favor de visitar a nuestra página web e invita a una amiga a participar en el estudio contigo. El libro incluye guías adicionales y preguntas a ser revisadas en el contexto de un grupo pequeño semanalmente.