Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.
Etiquetas
Búsqueda
Compras en línea
Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más
Blog
Más entradas del blog abajo
- Detalles
“Praütes” es una palabra en el griego que jamás había escuchado hasta hace poco y todavía estoy tratando de comprender su significado. Según Peter vanBreeman en su libro Como Pan Partido (1974), es una palabra que sólo se puede traducir inexactamente al inglés. Tampoco tengo yo las palabras en español. Es más como el fruto del Espíritu que no es una lista de nueve cualidades sino la combinación de esas cualidades que personifica el mismo Espíritu y las cualidades a las cuales tenemos acceso a través del Espíritu.
Las traducciones de praütes que más me llamaron la atención fueron las que describieron una “tranquilidad de corazón” y uno que “sabe que es amado por Dios.” Para mi, esas dos descripciones son bien conectadas. No puedo manifestar una tranquilidad de corazón si no estoy segura en mi conocimiento de que soy amada por Dios—y dejar que ese amor y únicamente ese amor me define.
Cuando pienso en la reacción de Jesús a la gente que le quería matar, como pasó por en medio de ellos y se fue (Lucas 4:16-30), me doy cuenta que sólo alguien con tranquilidad de corazón y que sabía que era amado por Dios pudiera haber hecho eso. Y cuando reflexiono en Jesús yendo a la cruz, enfrentando todas las emociones humanas y la inquietud interno que viene con circunstancias como esas—sólo una tranquilidad de corazón y saber que es amado por Dios le podía permitir pasar por todo ese dolor. Praütes. Que tengamos la esperanza y la paz que viene de la tranquilidad de corazón y el conocimiento de que somos amados por Dios.
Y cuando manifestamos “praütes,” otros querrán saber de qué se trada y de dónde viene: otra oportunidad de enseñanza y mentoreo.
#HermanaRosadeHierro #mentor #MichelleJGoff #ensenandoaensenar
- Detalles
Jesús sabía que la vida era como un vapor que aparece por un momento y luego se desvanece (Sant. 4:14). Sin embargo, aprovechó toda oportunidad (Ef. 5:16) y recordó Su propósito aquí en la tierra. Su tiempo no fue suyo. Fue un mayordomo de lo que Dios le había dado.
¿Qué es un mayordomo? El mayordomo no es el dueño, sino que representa al dueño – en cuidar las cosas del dueño, hablar de su parte, servirle, etc.
Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. (1 Pedro 4:10-11)
Jesús fue el mejor mayordomo para Dios. Nos enseñó a no vivir por sí mismo sino a buscar la gloria del Padre. Jesús fue claro: todo lo que hizo aquí en la tierra, lo hizo como representante del Padre. Vio Su tiempo como un regalo – el tiempo que pertenecía a Dios y que fue provisto para cumplir la voluntad de Dios.
Me olvido de eso fácilmente. El tiempo es un regalo, una bendición y no un derecho. Me frustro a veces cuando alguien demanda de mi tiempo. ¿Pero es mi tiempo? Y cuando malgasto mi tiempo, malgasto el tiempo de Dios.
Jesús sabía que el tiempo no fue suyo.
Entonces, hoy, cuando me siento halada en miles de direcciones, cuando me siento abrumada, o frustrada sobre el tiempo que se me vuela, pauso y me acuerdo, “Sólo soy mayordoma del tiempo que Dios me ha dado. Es Su tiempo. ¿Cómo lo puedo usar para Su gloria?”
Este mes, por el enfoque en ser y tener mentoras, reconocemos que eso requiere una dedicación de tiempo. Entonces, es bueno recordar que el tiempo no es nuestro.
#HermanaRosadeHierro #mentor #regalodeDios #ensenandoaensenar