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A veces, tengo la necesidad de desahogarme. Me siento frustrada y mis circunstancias no se están cambiando tan pronto como quisiera. Normalmente, reconozco que mi actitud debe de cambiar, pero me molesta una situación o me siento abrumada. Y por lo tanto, siento la necesidad de compartir la carga de mi frustración con otra persona.
Doy gracias a Dios por las personas especiales en mi vida que me permiten desahogarme. Dios me ha provisto unas amigas fieles y miembros de la familia que me animan y que escuchan mis pensamientos.
Sin embargo, me he dado cuenta de que si sólo comparto la descarga de mis frustraciones, mis Hermanas Rosa de Hierro muy poco va a querer hablar conmigo la próxima vez. Me convierto en una persona negativa, si sólo comparto la ira, la frustración, o la carga.
Con esa advertencia en mente, me he puesto más atenta a compartir el gozo, especialmente en las relaciones con las que me estaba desahogando. Y cuando comparto ese gozo, doy la oportunidad a Dios para recibir la gloria por esa oración contestada. Veo Su mano obrando y reconozco que no soy olvidada ni sola.
Puede que no se haya resuelto el asunto del cual mi desahogué, pero puedo reconocer el gozo en el momento y dar gracias a Dios por él. Puedo compartir ese gozo con una Hermana Rosa de Hierro y contar las bendiciones, no sólo las frustraciones.
Aquí hay unas sugerencias para cuando nos estamos desahogando y regocijando.
Cuando te desahogas, acuérdate:
• No hables mal de otros.
• No chismees.
• No eches la culpa a otros.
• Todos tenemos días malos.
• Está bien compartir las cargas.
• Dios está en control y las cosas van a mejorar.
• ¡Ora!
Cuando te regocijas, acuérdate:
• Dios estaba escuchando y caminando contigo en la carga.
• Da la gloria a Dios y dale gracias.
• Enumera las oraciones contestadas.
• La cantidad de bendiciones es mayor que la cantidad de días malos.
• Regocijarse con otros siempre es mejor que regocijarse sola.
“Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran” (Rom. 12:15). Suena como desahogarse y regocijarse, ¿verdad?
#HermanaRosadeHierro #MichelleJGoff #gozo
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Una noche, en un estudio bíblico, compartí una lección con las hermanas hispanas en una congregación de Houston, Texas. La clase fue sobre las mentiras y la verdad, e incluí porciones en este libro, ¿Quién tiene la última palabra?, por cierto.
La clase fue bien recibida y al final, les invité a juntarse en pareja con la que estuvo al lado para compartir una mentira de Satanás con la que lucha personalmente. Además, tuvieron que buscar un versículo en la Biblia, una verdad que cortó esa mentira, tal como se encuentra en el Cuadro de Mentira/Verdad. Fue bello verlas hablar y hojear sus Biblias.
Cuando ya estaban por terminar, dos mujeres me llamaron para acercarme y escucharles. Les urgía compartir conmigo que las dos luchaban con la misma mentira: que no tienen suficiente tiempo para leer sus Biblias. Pudieron animarse mutuamente en la verdad y la promesa de las Escrituras. Intercambiaron los números de teléfono para poder animarse durante la semana. Antes de que me fuera, me leyeron el versículo que les dio tanta esperanza y gozo, la verdad que cortó la mentira de Satanás y dio a Dios la última palabra en sus vidas:
Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. (Jos. 1:7-8)
Dios dio a Josué un gran recordatorio por tercera vez en el primer capítulo de Josué, “Sé fuerte y valiente.” Que Dios nos siga bendiciendo con estos recordatorios alentadores, tal como hizo para las dos mujeres esa noche. Y que siga usando al Ministerio Hermana Rosa de Hierro para equipar e inspirar a mujeres en sus relaciones con Dios y con otras mujeres.
Mi pregunta para ti hoy es: ¿Crees que esas mujeres hubieran sido tan impactadas por ese versículo y conmovida por la verdad de ella contra esa mentira si no fuera en el contexto de un grupo pequeño?
Miramos la verdad y las mentiras por el libro ¿Quién tiene la última palabra? Pero el mayor valor de ese estudio viene al estudiarlo en el contexto de los grupos pequeños.
Este mes, como enfoque de la relación entre Hermanas Rosa de Hierro, les animamos a buscar o iniciar un grupo pequeño de ellas para realizar éste u otro estudio.
#HermanaRosadeHierro #laverdadylamentira #hermanasenCristo