Soy una persona que hace listas. He puesto algo en mi lista nada más para poder tacharla y sentir que cumplí con algo.
Por lo tanto, a veces me cuesta deleitarme en todo lo que se ha logrado cuando me abruma el peso de todo lo que falta por hacer. Cuando eso pasa, reconozco que he perdido la perspectiva. Mi vista está corta y la herramienta de Satanás del desánimo se ha establecido en mi mente.
Entonces, cuando vienen esos momentos y sentimientos, tomo un paso para atrás y recuerdo estas cinco cosas:
1. Mi valor no viene de lo que hago, sino de quién soy en los ojos del gran YO SOY.
2. Para todo hay un momento, una temporada, y un propósito (Ecc. 3).
3. Respira y toma un momento para deleitarte en lo que sí se ha hecho. La lista seguirá, pero un momento de regocijo me ayudará a seguir adelante en lo que falta por hacer, y con una actitud agradecida.
4. Cuenta las bendiciones.
5. Dios está en control.
Puede ser que esta lista es obvia para ti. Pero es un recordatorio práctico para mí en esos momentos frecuentes en los que quisiera hacer más o ser más productiva.
Ya que estamos en la temporada al fin del año en la que estamos más ocupados aún, no se te olvide tomar un momento para dar gracias a Dios y recordar la bendición de la actitud de gratitud.
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