Escrito por Michelle J Goff, fundadora y directora ejecutiva del Ministerio Hermana Rosa de Hierro
Publicado originalmente el 19 de diciembre de 2018
Meditando en Isaías 9:6, me di cuenta de la significancia de que “nos” ha nacido un niño. Fue “a nosotros” que se ha concedido un hijo.
“Porque nos ha nacido un niño,
se nos ha concedido un hijo;
la soberanía reposará sobre sus hombros,
y se le darán estos nombres:
Consejero admirable, Dios fuerte,
Padre eterno, Príncipe de paz.” (Isaías 9:6)
El 3 de octubre del 1977, los doctores declararon que había nacido a David y Jocelynn Goff una hija, que nombraron Michelle Joy Goff.
El 19 de noviembre del 2018, el juez decretó que a mis amigos Jeff y Amanda, un hijo les fue concedido, Ezekiel Matthias, “Zeke.”
Se les había nacido una niña… Un hijo se les había concedido…
En ambos casos, había mucha anticipación y regocijo, labor intensivo y sacrificio. Ambas familias desde entonces se han asegurado de que esos bebés fueran bien cuidados, protegidos y amados.
Las agencias de adopción hacen revisiones extensas y otras pruebas para afirmar que posibles padres y sus casas sean apropiados para recibir un niño.
Sin embargo, si el mundo pasara por esas pruebas como posibles padres, hubiéramos fracasado definitivamente. “A nosotros,” ¿un mundo brutal que luego lo traicionó y lo mató?
Pero Dios envió a Su Hijo…
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Jn. 3:16)
Por amor a un mundo condenado, un Salvador…
Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. (Lc. 2:11)
A Uds., mundo cruel, les ha nacido un niño.
A Uds., gente confundida, se les ha concedido un hijo inocente.
Y no es un niño cualquiera, no es el hijo cualquiera. Dios Padre nos honró con el regalo de su único y unigénito Hijo. Porque el Hijo tenía un propósito, descrito en los nombres de los versículos antes mencionados (Is. 9:6; Lc. 2:11; Jn. 3:16).
Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz, Vida eterna, Salvador, Cristo el Señor.
Dios estuvo en Su momento más vulnerable cuando envió a Su Hijo “a nosotros” como bebé. El plan era perfecto, pero el plan requería un sacrificio para que tuviéramos todos la oportunidad de estar en relación con el Consejero admirable, el Dios fuerte, nuestro Padre eterno, el Príncipe de paz, nuestro Salvador, Cristo el Señor quién es y quién da Vida eterna.
¿Por cuáles de esos nombres eres más agradecida?
¿Cómo te impacta saber que “a nosotros” ha nacido un niño, se “nos” ha concedido un hijo?