Escrito por Nilaurys Garcia, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Chile
Uno de mis cantos favoritos es el Salmo 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva la firmeza de mi espíritu (NVI). Me encanta cómo comienza pues reconoce que Dios puede redefinir nuestro corazón y renovar nuestro espíritu.
Por lo general, escuchamos que debemos tener humildad, ser mansos, ser bondadosos y tener el fruto del Espíritu en nuestra vida; pero, siguiendo con nuestro tema para el año "Redefinida," hoy te invito a mantener una actitud de espíritu firme.
La forma en la que vemos las cosas cambia, ya sea porque tenemos más información sobre un tema o porque tenemos una nueva perspectiva. Creo que veo las cosas de manera diferente a como las veía hace un año, y me agrada pensar en que he aprendido mucho en varios aspectos desde mi relación con Dios hasta en mi vida laboral. Las circunstancias y experiencias moldean nuestro carácter y crean madurez en nuestra vida espiritual, es decir que todas las pruebas que pasamos, aunque las superemos o no, dejan una enseñanza y aportan un poco más de sabiduría, sólo debemos mantener firme en quién creemos y refinar nuestra relación con Dios.
Para ser sincera, nunca me ha gustado leer el libro de Job (puedo imaginar tu cara diciendo ¡¿Qué?! o tal vez digas ¡A mí tampoco!). Es un libro que habla de mucha tragedia, tristeza, y para mi gusto tiene mucha poesía; si, tiene grandes enseñanzas y muchas cosas más. En abril, mi compañera de oración y yo comenzamos a leer la Biblia en orden cronológico como parte de nuestro estudio diario y no me van a creer, pero desde el día 4 hasta el día 15 tocaba el libro de Job… (debes estar pensando que era lógico que en algún momento tuviese que leerlo pues es parte de la Biblia), pero decidí respirar profundo, orar para que Dios abriera mi entendimiento y seguir con mi lectura. Lo que redescubrí fue algo que siempre me ha asombrado, cómo se mantuvo Job firme en declarar que Dios da y quita además que, no iba a maldecir nunca el nombre de Dios. Me enojé un poco al leer la tragedia de Job y quise saltarme algunos capítulos para evitar el sufrimiento, pero no lo hice, porque quise mantener la actitud de Job, quien se quedó hasta el final y fue bendecido en gran manera.
¡Espero que juntas podamos mantener un espíritu firme para dedicarnos a la oración, el estudio de la Palabra y la comunión con los hermanos, pues es mucho más fácil si nos acompañamos la una a la otra, y tengo fe que cuando llegue el momento, Dios podrá decir que tú y yo nos mantuvimos firmes hasta el final!
Tal vez mañana mi espíritu quiera tambalear por lo que te pido que me ayudes a recordar que Job, frente a las circunstancias complicadas, se mantuvo fiel y reconoció que sólo había Uno capaz de dar y quitar; o, que David con humildad pidió a Dios que creara en él un corazón limpio y mantuviese su espíritu FIRME.