Entrevista realizada a Johana Batres, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Colorado Springs, CO – publicada el 2 de mayo de 2019 (de ser publicado, ya actualicé la introducción, pero dejé el contenido tal y como se publicó)
Les presento a Johana Batres, una guatemalteca cuyo esposo, Roberto, sirve como Asesor para la Junta Directiva del Ministerio Hermana Rosa de Hierro. Johana está participando actualmente en un estudio piloto del nuevo libro que saldrá a finales de octubre de este año, YO ya SOY: Testimonios de creencia en el Gran YO SOY.
Johana, cuéntanos un poco de ti y de tu familia.
Bueno, nací en Guatemala y tengo casi 18 años de casada; hace 15 años venimos a vivir con mi esposo a Colorado, en una hermosa ciudad llamada Colorado Springs. En este país he aprendido muchas cosas y Dios me ha preparado para otras que yo no tenía en mente. Tengo dos hijas, Pamela de 14 y Natalie de 12 años, ambas nacidas aquí. Asistimos a la Iglesia de Cristo de Englewood, en la cual servimos con amor y alegría. Actualmente estoy dando clases a los adolescentes, pero me gusta enseñar a los niños, jóvenes y en las reuniones de damas. También disfruto mi trabajo, trabajo en una escuela como asistente de maestra con niños preescolares de 3 y 4 años de edad.
Tus dos hijas están asistiendo al estudio piloto de Yo ya SOY: Testimonios de creencia en el Gran YO SOY, ¿cierto? Cuéntanos un poco de esa experiencia.
Al principio pensé que iba a ser un estudio difícil para ellas, especialmente por sus edades ya que son las más pequeñas del grupo; pero me he llevado la sorpresa y la bendición que ambas han respondido las lecciones de acuerdo a lo que viven y experimentan a su edad. Una perspectiva totalmente diferente a como las demás del grupo vemos las cosas. Especialmente, aprendí mucho de mi hija Pamela cuando tuvo la oportunidad de dirigir una de las clases.
¡Qué bendición ver a tu hija enseñando! ¿Tuviste la misma bendición con tu madre o una madre espiritual?
Ver a mi hija enseñando ha sido una gran alegría y doy gracias a Dios por esta hermosa bendición. No tuve esa misma bendición con mi madre ya que, siendo madre soltera, tuvo que trabajar duro para sacarnos adelante a mis 4 hermanos y a mí, aunque ella siempre nos aconsejó de la mejor manera y a hacer cosas buenas. Sin embargo, doy gracias a Dios por la oportunidad de conocer a la hermana Karla de León. Ella y su esposo compartieron conmigo el plan de salvación y me bautizaron. La hermana Karla me invitó a servir en el ministerio de niños y poco a poco fui creciendo espiritualmente. A la hermana Karla la considero como una de mis grandes amigas y mentora espiritual, ella siempre me dio los mejores consejos, y yo agradezco infinitamente su tiempo al escucharme. Ella ha estado conmigo en los momentos más importantes de mi vida, tales como, mi graduación, mi boda, el nacimiento de mis dos hijas, y ella estuvo orando por mí para la oportunidad de servir en el grupo de Conexiones de Great Cities Missions. También ha estado conmigo en los momentos de tristeza y dolor. Hasta el día de hoy, sé que cuento con ella como mi amiga, mentora y hermana en Cristo.
Para ti, ¿qué significa ser mentora de tus hijas o para otras?
Ser mentora de mis hijas es una de las cosas que más amo y disfruto, ya que ambas son un regalo de Dios en mi vida y como madre debo instruirlas y guiarlas en los caminos de Dios. Es la única herencia que puedo dejar en sus vidas. Ser mentora para otras personas es una oportunidad de caminar de cerca con ellas a medida que Dios les moldea a SU imagen. Dios es el que produce el cambio, yo soy solo una sierva y trataré de dar el mejor consejo por medio de SU Palabra y compartir algunas experiencias personales.
¿Cuáles son las cosas más importantes que una mentora debería recordar?
Primero, que somos instrumentos en las manos de Dios para ayudar y aconsejar a otros, pero debemos de ser instrumentos que muestren SU amor y compasión. Segundo, también debemos mostrar confianza e interés en las necesidades de otros y, por último, debemos aprovechar oportunidades para guiarles a que pongan su confianza en el Gran YO SOY.
Finalmente, ¿qué versículos bíblicos te animan en servir como mentora?
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”. Colosenses 3:23-24 RV1960
¡Gracias por compartir tu historia y darnos unos ejemplos de mentoreo!