Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.
Etiquetas
Búsqueda
Compras en línea
Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más
Blog
Más entradas del blog abajo
- Detalles
El capullo se desintegra y la mariposa ya está libre para extender sus alas y comenzar su nueva vida. El viejo ya no está, reemplazado por el nuevo.
Romanos 6:1-4
¿Qué concluiremos? ¿Vamos a persistir en el pecado para que la gracia abunde? 2 ¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él? 3 ¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús en realidad fuimos bautizados para participar en su muerte? 4 Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.
La nueva vida, tal como se promete en Romanos 6, está llena de promesa, esperanza, propósito y un nuevo comienzo. Es el aspecto más agradable del proceso de la transformación. Pero es imposible tener una vida nueva sin la muerte.
Hemos muerto al pecado y ya no vivimos en él. Morimos a nosotros mismos y ya no vivimos según nuestros propios deseos, Morimos con Cristo en el bautismo, uniéndonos con Él en Su muerte. Cuando nos sepultamos con Él en Su muerte permitimos que el poder de la resurrección se realice.
La muerte sucede para que haya vida.
Y aunque nuestra muerte inicial se realiza en las aguas del bautismo, Romanos 12:1 nos ilustra que somos sacrificios vivos. ¿Sabes cuál es el problema con un sacrificio vivo? Se puede levantar del altar cuandoquiera. Tenemos que morir a nosotros mismos diariamente para vivir la plenitud de vida que nos ofrece en Él.
#HermanaRosadeHierro #libertad #verdad #MichelleJGoff #blog
- Detalles
31 Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. (Juan 8:31-32)
Esta mes, en dos países en que he vivido, se celebra el día de independencia. Para los EE. UU. es el jueves, 4 de julio, y en Venezuela el viernes, 5. En estos días feriados, supuestamente, se reconoce la libertad obtenida de la opresión del país que antes lo dominaba.
Pero hoy día, en esos dos países, hay muchas personas que sienten más oprimidos que libres. En Venezuela, están lamentando la opresión por el gobierno, por la economía, y por las limitaciones de alimentación, medicina, etc. En contraste, para los que viven en los Estados Unidos, la opresión no se presenta de la misma forma, pero muchos sí se sienten oprimidos por otras fuentes de estrés y preocupación.
Todos están buscando ser libres. Y al buscar la libertad, podemos temer terminar más dependientes que independientes. Pero en base a cómo defines la libertad, la dependencia y la independencia, pueden ser algo bueno o algo malo.
¿Defines la libertad como algo político o económico?
¿O defines la libertad como algo interno (mental, emocional o espiritual) que nadie te puede quitar?
¿Describes la dependencia como algo negativo porque no quieres tener que depender de nadie?
¿O reconoces nuestra dependencia de Jesús como el autor y perfeccionador de nuestra fe y como nuestro Salvador y Señor, cuya sangre necesitamos para poder estar en relación con Dios?
Y si la independencia es el ser libre de opresión, ¿qué mayor opresión hay que la del pecado?
Jesús dice que conoceremos la verdad y que la verdad nos hará libres (Jn. 8:32). Y luego nos revela que Él es la verdad (Jn. 14:6).
Hoy, te invito a celebrar la dependencia que tenemos de Cristo y la verdadera libertad que hallamos en Él. En esos sentidos, me uno con los que se consideran esclavos de Dios, dependientes de Cristo, y libres al vivir según el Espíritu. Ésa es la verdad y verdadera libertad que el mundo busca.
¿Estás verdaderamente libre? ¿Conoces la Verdad?
#HermanaRosadeHierro #libertad #verdad #MichelleJGoff #blog