¿Con cuál te identificas?
Seco, desolado, sediento, olvidado, árido, débil…
Saludable, jugoso, vivo, creciente, fuerte, seguro, bello…
Un lugar árido es el opuesto de un jardín bien regado.
Y yo sé cuál quiero ser yo…
Lo bueno es que Dios promete satisfacernos con una vida como huerto regado en Isaías 58:11.
Y el Señor te guiará continuamente,
saciará tu deseo en los lugares áridos
y dará vigor a tus huesos;
serás como huerto regado
y como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Quizás te sientas más árida que regada hoy. Te invito a pedirle a Dios que sacie tus deseos y que te de vigor a tus huesos de la manera que sólo Él puede hacer, creyendo en esa verdad y promesa que se encuentra en Isaías 58:11.
Siempre encontramos estas promesas en las manos del Jardinero Divino. Y otro ejemplo de eso se encuentra en Jeremías 31:11-14.
11 Porque el SEÑOR rescató a Jacob;
lo redimió de una mano más poderosa.
12 Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión;
disfrutarán de las bondades del SEÑOR:
el trigo, el vino nuevo y el aceite,
las crías de las ovejas y las vacas.
Serán como un jardín bien regado,
y no volverán a desmayar.
13 Entonces las jóvenes danzarán con alegría,
y los jóvenes junto con los ancianos.
Convertiré su duelo en gozo, y los consolaré;
transformaré su dolor en alegría.
14 Colmaré de abundancia a los sacerdotes,
y saciaré con mis bienes a mi pueblo»,
afirma el SEÑOR.
El jardín o el huerto bien regado es el que haya tomado del agua viva. Queda saciado y saludable. ¡Qué bendición tener acceso directo al Agua Viva y el Jardinero Divino!
Toma un momento hoy para darle gracias a Dios por esas bendiciones, sea que te encuentras en un momento de sequía o de abundancia. Dios es fiel para acompañarnos en nuestro crecimiento.
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