Ministerio Hermana Rosa de Hierro

Enero es la época en la que muchos comienzan su nueva dieta o establecen las resoluciones del Año Nuevo. Algunas de las resoluciones son para el mejoramiento físico. Y otras son metas espirituales: leer toda la Biblia, orar con la familia en las comidas y en el camino… Al cerrar cada año, el tiempo de evaluación y reflexión comienza.
Pero para mí, ese proceso comienza a principios de noviembre. En los Estados Unidos, el Día de la Acción de Gracias se celebra el cuarto jueves del mes de noviembre. La práctica de dar gracias impregna todo el mes y marca el tono para mi actitud y las reflexiones. Es un reseteo espiritual que incluye la resolución de primero y siempre dar gracias.
Y antes de que finalice el último viaje del año, mi enfoque se convierta en una actitud de gratitud. Y al regresar a casa, usualmente a mitades de noviembre cuando ya dejo de viajar, analizo cómo las cosas nos han ido durante el año pasado. Los reportes del fin del año y los planes para el año entrante caracterizan mis pensamientos y toman mi tiempo, pero eso pasa durante el mes de noviembre, el mes de gracias.
Doy gracias a Dios que el ritmo del Ministerio Hermana Rosa de Hierro permite que ese proceso de evaluación coincide con el mes de noviembre y un énfasis en el agradecimiento. Porque sin importar qué más pasa el resto del mes, año, o década, Dios está en control y nos recuerda de Sus bendiciones infinitas, provisión fiel, guía sabia, y comunión constante con el Padre, todo por dar gracias.