Semana 5: Escuchando al Espiritu
Demasiado ocupada para escuchar
Semana 5, Día 5
Parece que nunca tengo tiempo para hacer muchas de las cosas que me son muy importantes. Sólo hay 24 horas al día, y las puedo llenar rápidamente. A veces, mi día se llena de buenas prioridades. Otros días, la televisión o el celular me distrae, el Facebook me consume media hora… mi “demasiado ocupada para escuchar” es una excusa: una mala descripción de mi día porque me he perdido en las cosas que no son de la más alta prioridad. ¿Cuál es tu excusa? Mateo 6:33 (NVI) 33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Nos cuesta poner a Dios como primera prioridad en el tiempo, en las relaciones, y en el escuchar. No pasa sin un esfuerzo o sin la intencionalidad. El escuchar requiere disciplina. Es como un músculo que debemos ejercitar. Y cuando no practicamos los ejercicios para escuchar, los músculos espirituales se debilitan y tenemos que trabajar más duro para aprender a escuchar nuevamente. Durante la segunda semana, practicamos el escuchar en silencio. Les pedí que se sentaran tranquilas por cinco minutos a escuchar. Cuando entraron otros pensamientos, repetimos la frase, “Estoy escuchando a la voz suave del murmullo susurrado.” Hoy, vamos a practicar algo similar a lo largo del día, inspirado por María, hermana de Marta, quien “sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía” (Lc. 10:39, NVI).
(Para los que tienen limitaciones físicas, pueden crear una versión modificada de esta práctica del escuchar.)
Tres veces hoy, siéntate en el piso por al menos dos minutos cada vez. Imagínate a los pies del Señor, escuchando. Invita al Espíritu hablarte en reflexión silenciosa, recordándote de la verdad en los versículos que hemos leído esta semana, u otra parte de la Biblia en la que estás meditando. El recordar es uno de los papeles del Espíritu Santo. Vamos a invitarle a ayudarnos a recordar hoy. Al menos tres veces hoy, vamos a pausar con intencionalidad para escuchar y recordar.
Escucha Su voz.
Recuerda Sus verdades en las Escrituras.
Escucha en silencio.
Recuerda las bendiciones infinitas.
Otros apuntes, pensamientos, o dibujos de escuchar al Espíritu:
¡Nos encantaría escuchar de ti! Por favor, comparte con nosotras de lo que estás escuchando y cómo estás creciendo en la devoción al escuchar.
Esta entrada del blog viene del libro Llamada a escuchar: Cuarenta días de devoción. Para pedir una copia del libro, favor de visitar a nuestra página web e invita a una amiga a participar en el estudio contigo. El libro incluye guías adicionales y preguntas a ser revisadas en el contexto de un grupo pequeño semanalmente.