¿Quién se casa con 700 mujeres y tiene a 300 concubinas, sigue sus dioses ajenos, y sin embargo construye el templo bellamente elaborado a Dios Jehová? El mismo hombre que fue conocido como “el Predicador,” el hombre más sabio y más rico de todos los que anduvieron en la tierra (segundo en sabiduría sólo a Cristo, por supuesto). Fue Salomón.
Y tal como el libro de Eclesiastés confirma, Salomón no se negó nada. Pero pagó alto precio por todos esos deseos. Se le olvidó su propia advertencia al final del libro de temer a Dios y guardar sus mandatos.
Y así como Dios advirtió, Salomón se dejó llevar a las esposas extranjeras y empezó a adorar a sus dioses. Hasta construyó lugares altos a los dioses que las esposas distintas adoraron.
Dios se enojó y le habría quitado todo el reino si no fuera por la promesa que hizo a David. Salomón rompió el pacto con Dios, así que Dios le quitó el reino, pero no durante su reinado ni 100% del reino por la promesa a David (1 Reyes 11:1-13).
¿Qué habría pasado si Salomón hubiera seguido su propio consejo – practicado lo que predicaba?
En Proverbios 18:22, Salomón dice que el que encuentra una esposa, halla algo bueno, pero fue incapaz de describir a la mujer virtuosa en Proverbios 31… Dependemos del Rey Lemuel para eso.
Supongo que si encontrar una esposa fue de bendición, hallar 700 esposas sería mejor… Claro que no. Quizás es por eso que él dedica a dos capítulos y medio en el libro de Proverbios a las advertencias contra el adulterio. Y agrega otra amonestación en Eclesiastés 9:9 a disfrutar la vida con la esposa que amas.
Aunque se nos hace fácil señalar a los fracasos de Salomón por no practicar lo que predicaba, especialmente en cuanto a sus esposas, el error más grave fue de no temer a Dios ni guardar sus mandatos.
¿Estás practicando lo que predicas?
¿Qué significa temer a Dios y guardar sus mandatos hoy día?