Primero, yo, Michelle, pido disculpas a quienes se asustaron con el blog de ayer. Espero que lo leíste hasta el final y apreciaste la manera en la cual usé la creatividad para darte otra perspectiva de la historia.
Con el seguimiento de nuestro enfoque en Salomón hoy, vale la pena enfatizar las maneras en las cuales él compartió su sabiduría con otros. Un resumen conciso del libro de Proverbios sería casi imposible. Se puede sacar toda una lección de cada versículo o proverbio. Las verdades y la sabiduría en el libro de Proverbios nos dan entendimiento para nuestra relación con Dios, el tratamiento con los demás, y otras lecciones de la vida.
Durante mis años en la secundaria, leí el libro de Proverbios cada mes. Cada vez que pasé por los capítulos, se me resaltó otro versículo.
En buscar la sabiduría por leer los proverbios, me maravillé de la verdad en los dichos, pero me frustré a ver cuántos no siguen esos consejos sabios… Salomón mismo se frustró con la vanidad de todo – el tema de su libro de Eclesiastés.
Yo, el Maestro, reiné en Jerusalén sobre Israel. Y me dediqué de lleno a explorar e investigar con sabiduría todo cuanto se hace bajo el cielo. ¡Penosa tarea ha impuesto Dios al género humano para abrumarlo con ella! Y he observado todo cuanto se hace en esta vida, y todo ello es absurdo, ¡es correr tras el viento!
Ni se puede enderezar lo torcido,
ni se puede contar lo que falta.
Ec. 1:12-15
Y en el libro de Proverbios, vemos la importancia de la sabiduría, el entendimiento, y el conocimiento.
Proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel:
para adquirir sabiduría y disciplina;
para discernir palabras de inteligencia;
para recibir la corrección que dan la prudencia,
la rectitud, la justicia y la equidad;
para infundir sagacidad en los inexpertos,
conocimiento y discreción en los jóvenes.
Escuche esto el sabio, y aumente su saber;
reciba dirección el entendido,
para discernir el proverbio y la parábola,
los dichos de los sabios y sus enigmas.
El temor del Señor es el principio del conocimiento;
los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
Prov. 1:1-7
Y tal como Proverbios 1:7 nos dice, todo empieza con el temor del Señor. Y como afirma Eclesiastés 12:13, todo se basa en temer a Dios y guardar sus mandatos.
El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
Ec. 12:13