Cuando primero escuché el término “disciplina espiritual,” no me gustó la idea de que el crecimiento espiritual requiere disciplina: la autodisciplina y, por supuesto, la disciplina guiada por Dios.
Entonces, ¿por qué se llama disciplina?
• Requiere compromiso, tiempo, y mucha práctica.
• La planificación y la dedicación son claves.
• Uno tiene que ser intencional.
• A veces trae dolor.
Un atleta entiende esas características y lo que se requiere para poner disciplina a nuestros cuerpos. Hace ejercicio y come sanamente para poder hacer todo al máximo.
No soy buena atleta, pero anhelo crecer en la disciplina espiritual para que pueda
• Acercarme más a Dios.
• Imitar a Jesús.
• Vivir según el Espíritu.
Esta semana, vamos a explorar varios aspectos de la disciplina espiritual para nuestra buena salud espiritual.