Una vez una amiga describió un tiempo depresivo en su vida como “días oscuros del alma” – una explicación visual del tremendo peso que le acompañó.
Al acercarnos al fin de semana de la resurrección, me acuerdo del tremendo peso que acompañó a nuestro Señor la noche en que fue traicionado. Sabía que estaba en un momento vulnerable, así que pidió a Sus amigos Pedro, Jacobo, y Juan que le acompañara al Jardín de Getsemaní y en oración.
Como Lucas lo cuenta, aprendemos que Jesús sudó gotas de sangre al pedir a Su Padre que la copa se le pasara. Pero fíjate en el lenguaje descriptivo de Mateo para explicar el estado mental de Jesús justo antes de ir a la cruz.
36 Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Siéntense aquí mientras voy más allá a orar.» 37 Se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y angustiado. 38 «Es tal la angustia que me invade, que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo.»
39 Yendo un poco más allá, se postró sobre su rostro y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» (Mateo 26:36-39)
¿Cómo describirías el estado mental de Jesús?
Sabiendo lo que estaba por venir (la traición y el pecado que iba a tomar de nuestra parte), veo al Mesías pasar por unos días oscuros del alma.
Sin embargo, la belleza poderosa y la esperanza de la resurrección no serían tan dulces sin los anteriores días oscuros del alma.
Que recordemos la esperanza de la resurrección cuando pasamos por los días oscuros de nuestro alma.
25 Entonces Jesús le dijo:
—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; 26 y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?
(Juan 11:25-26)
¿Te encuentras en los días oscuros del alma? Si te interesa, Michelle fue entrevistada sobre la esperanza que tenemos en Dios. La entrevista, en vivo, fue hecho por el canal 11, en un programa nacional de Nicaragua, y está disponible por YouTube. Gracias a Dios por esa oportunidad y les queremos animar con esas mismas palabras.