La fe llevó a Abraham fuera de lo conocido, dejó a su casa y se mudó a un país desconocido… y su vida nunca fue igual.
La fe fortaleció a Ester para ir frente al rey para ser el instrumento por el cual su pueblo se pudiera salvar… y la nación judía sigue celebrando su valor.
La fe permitió a Noé construir un arca sin haber visto ni una gota de lluvia… y su obediencia cambió la vida de todos.
No importa el ejemplo que escojamos de la Biblia o de la vida moderna, la fe puesta en acción es transformadora.
Cuando tomamos un paso por fe, nuestras vidas nunca son iguales:
· La fe trae entendimiento nuevo.
· La fe nos inspira a tomar el siguiente paso.
· La fe nos aleja las dudas.
La fe transforma nuestras vidas y las vidas que se encuentran a nuestro alrededor. Y así como la luz transforma todo lo que toca por su calor y brillo, la fe hace un impacto que deja a todos transformados por siempre y para siempre.
Hoy, mi paso de fe se ve como un viaje a la República Dominicana, junto con otros miembros de la Iglesia de Cristo Downtown. Gracias por acompañarme en oración que Dios nos use para tocar y bendecir la obra allí, especialmente la misionera sostenida por la congregación de Downtown, Leah Mayhall.