Para mí, hay comidas que no puedo comer. Son dañinos para mi cuerpo.
En vista de mis alergias e intolerancias a la comida, tengo que tener mucho cuidado en lo que consumo. Si digiero esas comidas, me enfermo y no puedo funcionar a plena capacidad.
También, vital para mi salud, es el descanso. Muchas veces, me cuesta dormir y si no duermo lo suficiente, no puedo cumplir con las responsabilidades del día al nivel normal.
Las comidas equivocadas. Una falta de sueño. Esas y muchas otras cosas son dañinas para mi salud. Para mí, son como un veneno y mi cuerpo las rechaza como Dios vomita a los tibios (Apoc. 3:16).
Basura entra. Basura sale. Eres lo que comes.
Y la salud espiritual no es distinta.
¡Deja de tomar el veneno!
Hay cosas que nos son dañinas espiritualmente también. Los primeros dos venenos para mí son el orgullo y el aislamiento. (Voy a hablar más del aislamiento mañana.)
¿Cuál es el veneno o la tentación con el cual más luchas?