Con una reflexión adicional sobre el deleite, me gustaría compartir con Uds. un poema que escribió un grupo pequeño que estuvo en el mini-retiro de la Iglesia de Cristo Enterprise Boulevard.
En una de las tareas para los grupos pequeños, les pedí a que creara su propia canción de alabanza o canto de júbilo, así como hicieron Miriam, Débora, y María.
Un grupo decidió usar el patrón del Salmo 136, así que su poema sirvió como una lectura responsiva al final del retiro (copiado abajo).
Nuestro Dios sana,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
Abundantemente cumple con todas nuestras necesidades,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
Es fiel de generación en generación,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
Paz, perfecta paz, en medio de la tormenta,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
Por dar gozo y deleite al enseñar su Palabra,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
El Espíritu Santo nos revela su obra en nuestras vidas,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
Manda ángeles en nuestro momento de necesidad,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
La herencia de los que le teman,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
Dios escucha y responde cuando llamamos,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
Como hierro afilando a hierro,
Nuestro deleite se encuentra en el Señor para siempre.
¿Qué línea puedes agregar al poema?