~ Contribuido por una Hermana Rosa de Hierro anónima
Estaba leyendo Hechos 13 esta mañana y noté algo que nunca antes había visto. Lucas habla de los maestros de la iglesia primitiva y menciona a Manaén (que se había criado con Herodes el tetrarca).
Reflexioné en cómo Dios coordina arregla las cosas para que personas de fe estén el lugares de poder. Mis pensamientos me llevaron a pensar cómo Moisés y Manaén decidieron usar el conocimiento que obtuvieron en esas situaciones versus cómo Faraón y Herodes usaron la misma crianza. Sé que Faraón y Moisés no se criaron juntos, pero en los dos casos, tomaron decisiones para poner a Dios como primera prioridad o no. También pensé en José, Daniel, Sadrac, Mesac,, Abednego, y Nehemías—cómo cada uno decidió perseverar en su fe cuando empleados en posiciones de poder.
La mayoría de nosotras, como mujeres, no nos encontramos en posiciones de poder político, pero estamos en posiciones poderosas para pasar la fe a la siguiente generación.
En mi caso, había una consecuencia grande por mi salud mental al mantenerme firme, a pesar de la desconfianza de mis suegros cuando quedé embarazada. Sé que una fe fortalecida me hubiera ayudado a enfocarme en la aprobación de Dios y no en tratar de mantener mi convicción mientras traté de guardar la paz en la familia.
Sin embargo, decidí perseverar en la fe. Y me recompensa fue un hijo que me está ayudando a sanarme, quien estudia verdades espirituales más profundas y más grandes que yo jamás había estudiado, y quien enseña y anima a mí y a otros a perseverar en la fe. Doy gracias a Dios por esa bendición poderosa en esta etapa de mi vida.