Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.

Recibir el blog

Etiquetas

Búsqueda

Compras en línea

Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más

Compra Ahora

2022 07 19 Lisanka MartinezEscrito por Lisanka Martínez, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Venezuela

Gozar de buena salud es una bendición de la que pocas personas disfrutan en la actualidad. Entre la contaminación, la alimentación inadecuada, el estrés y las condiciones emocionales tendemos a padecer con alguna enfermedad física, mental, emocional o espiritual.

Las mujeres, en su mayoría, experimentamos al mismo tiempo muchas de esas condiciones, que están interrelacionadas. Entre ellas los trastornos por el SPM (Síndrome premenstrual). Dichos trastornos son muy comunes en las mujeres de mi familia, y yo padecí por muchos años dolores y molestias durante más de una semana al mes por dicha causa. Por esto, el relato bíblico acerca de la mujer enferma o la mujer que tocó el manto de Jesús (que vemos en los evangelios de: Mateo 9:20-22; Marcos 5:25-34 y Lucas 8:43-48), siempre me ha parecido algo sumamente extraordinario pensar en tener hemorragia durante 12 años, en las condiciones de salud e higiene de la época. Y lo más resaltante: ser considerada una mujer impura o inmunda (como dicen algunas traducciones) y por lo que decían las leyes del pueblo judío, como vemos en Levítico 15:25. Sin ningún remedio durante tanto tiempo, deben haber minado su fortaleza física, mental y emocional.

Sin embargo, el relato, aunque breve, nos da un excelente ejemplo del amor de Dios mostrado a través de Su Hijo en alguien que se atrevió a ir más allá, con un humilde acto de fe, el cual le dio su anhelada sanidad.

Leí acerca de un enfoque que mostraba a esta mujer como alguien que, por haber perdido todo su dinero en médicos que no habían podido sanarla, no tenía nada que perder y quizás podía ganar algo. Total, lo único que podía conseguir era ser rechazada y eso ya lo tenía. No obstante, para no correr ese riesgo, buscó la bendición tratando de pasar desapercibida. ¡Imposible! Dios siempre nos nota. Aunque ella era invisible para toda la multitud, y de esa manera pudo llegar a tocar el manto de nuestro Salvador a pesar de todas las personas que la separaban de Él, aunque era tenida por tan poca cosa, ella pudo llegar a Él. En su mente ella sabía que un toque la sanaría y que no le haría daño a nadie con ello.

Hay quienes lo ven desde el punto de vista de Jairo y razonan en que este padre desesperado, que rogaba por sanidad para su hija, pudo creer que esta mujer, con su acción de desesperación y fe, había detenido al Maestro, le había quitado tiempo y la posibilidad de sanar a su hija enferma; pero sabemos que no fue así, todo lo contrario, Jairo presenció un milagro aun mayor de sanidad. En cuanto a las bendiciones de sanidad, siempre hay suficiente para todos.

La mujer que tocó el manto de Jesús sabía que sólo un poco de contacto con El sería de bendición para su vida, tal y como muchas de nosotras lo hemos experimentado en nuestras vidas. Ella lo logró y de inmediato sintió el poder sanador en su cuerpo. Jesús lo notó, se detuvo y preguntó quién lo había tocado. Aunque Sus discípulos trataron de explicar lo obvio, que pudo ser cualquiera de toda la multitud que le rodeaba, Jesús esperaba la respuesta de fe a Su pregunta espiritual. La mujer sanada, temblando aún, se muestra como testimonio del alcance del poder de Dios para quien tiene fe y por eso recibe la mayor bendición. Jesús le habla directamente y le dice que queda sana de la enfermedad física, con el valioso agregado de que también ha sido salvada por su fe. ¡Que maravillosa recompensa! Ella buscaba la sanidad física y también consiguió la salvación de labios del propio Jesús.

¿Podemos decir que vamos a pedir y esperar nuestro milagro de sanidad? O, como la mujer del relato, ¿vamos a tocar con fe el manto de Jesús y obtener Su maravillosa bendición en nuestra salud espiritual, primeramente y también en la física? ¿De qué manera estamos buscando nuestra sanidad?

#HermanaRosadeHierro DIOStorias #sanidad #milagrodesanidad #saludespiritual #saludfisica #escritorainvitada #blog

Donar

Necesitamos tu ayuda para poder seguir equipando a más mujeres a lo largo de las Américas.

Donar

 

Noticias por email

Suscríbete al Blog - Ministerio Hermana Rosa de Hierro por correo electrónico

Si te gustaría suscribirte a nuestras noticias mensuales por Email, llena el formulario en la página de noticias.

Contáctanos

+1 501-593-4849 (Teléfono de oficina y mensajes de WhatsApp.)

O envíanos un email

La base de operaciones: Searcy, Arkansas, USA

Fotos

Veas más fotos en nuestra página de Galería de fotos.