Escrito por Johana Batres, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Colorado
Nací en un bello país conocido como “El país de la Eterna Primavera” por sus bellos colores y clima. ¿Sabes cuál país es? Sí, ¡Guatemala! A Guatemala se le conoce de esta forma, primero, por el origen de su nombre: tierra de muchos árboles; segundo, por su vegetación abundante y durante todo el año; y tercero, por la cómoda temperatura en muchos lugares del país.
Me mudé con mi esposo de Guatemala a Colorado en un mes de enero; estaba frío y blanco de tanta nieve. Pasé quejándome a diario de este clima y no quería salir para nada porque sentía que el frío me llegaba hasta los huesos. Creí que no sobreviviría mucho tiempo en este país; me sentía como pingüino. Pero luego llegó la primavera y ya no nevaba tanto. Poco a poco los botones de muchas flores de colores empezaron a salir y los árboles empezaron a reverdecer. Entonces, llegó el verano: un clima caliente pero seco, de días largos, bellos y soleados.
Después, en septiembre y octubre, pude ver el otoño. Mis ojos por primera vez admiraron ese hermoso cambio de hojas en los árboles. Por cierto, ¡el otoño es la estación del año que me encanta! En Guatemala no se puede admirar todos estos cambios de estaciones a como se ven acá. A pesar de que me quejé mucho con Dios ese primer año, llegué a entender perfectamente lo que dice 1 Crónicas 16:34: “Dad gracias al Señor, porque Él es bueno.” Dios desde un principio fue bueno con mi esposo y conmigo: nos trajo de un país hermoso a vivir a este país lleno de variedad de culturas, comida, seguridad y, lo mejor de todo, ¡variedad de clima!
El 5 de noviembre de ese mismo año nació mi primera hija. A pesar de que había sido un año difícil para adaptarme a muchos cambios, el llegar a tener la bendición de ser madre fue el regalo más hermoso que Dios pudo darme. Luego, unos días más tarde, tuve la bendición de celebrar con mi querida hermana Katie Forbess el Día de Acción de Gracias. Al estar viviendo aquí en este país, me di cuenta de que el día de Acción de Gracias es una celebración grande en la cual todas las familias se reúnen, comparten y dan gracias. En Guatemala no se tiene una celebración como ésta, la cual me pareció una celebración muy hermosa. Entonces le dije a mi esposo: “Debemos celebrar el Día de Acción de Gracias todo el año.” Creo que ese deseo nació en mi corazón porque durante ciertas épocas de la vida es fácil olvidar las bendiciones y dar gracias. No perdamos de vista la bondad de Dios: Él es la fuente de todas nuestras bendiciones.
Aquí te va un ejercicio para que no te olvides del Dador. Menciona cinco bendiciones en tu vida. ¿Por qué agradeces por ellas? Es bueno ser agradecida. Es bueno centrarnos en las maravillas de la gracia de Dios, entrenándonos para hacer que un espíritu de gratitud domine nuestras vidas. La palabra “gracias” se encuentra entre las más importantes que podemos decir. Es algo que sigo tratando de inculcarles a mis hijas, para que, en un futuro, ellas lo enseñen a mis nietos.
1 Crónicas 29:14 nos dice: “Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.” Y el rey David agregó en el versículo 16 “Todo es tuyo.” Y esto debe hacernos entender que todo lo que tenemos en un regalo de Dios. La Escritura nos dice que incluso la capacidad para producir riquezas y ganarnos la vida proviene de Él.
Deuteronomio 8:18 dice: “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día”. Entender que todas las bendiciones recibidas son prestadas, nos alienta a no aferrarnos a las cosas de este mundo, a ser generosos y compartir agradecidos las bendiciones diarias.
Dios es un dador generoso al punto que dio a su Hijo “por todos nosotros” (Rom. 8:32). Al haber recibido tanto, demos gracias al Señor por todas sus bendiciones… grandes y pequeñas. Tenemos tanto por qué estar agradecidas cada día. Dios continuamente provee para todas nuestras necesidades. Así que, hagamos del Día de Acción de Gracias una celebración que dure todo el año.
¿Por cuáles bendiciones prestadas puedes agradecer hoy a Dios? ¿Cómo te ayuda saber que toda buena dádiva proviene de Él?