por Michelle J. Goff
Seis veces Jesús específicamente describe lo que se requiere para ser Su discípulo. Las primeras tres veces se encuentran en Lucas 14. Las otras tres están en el libro de Juan.
1. Jesús tiene que ser la prioridad número 1.
Lucas 14:26, «Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo.
2. Tengo que morir a mí misma diariamente.
Lucas 14:27, Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
3. Todo lo que tengo es de Dios. Soy mayordomo de lo que me ha prestado durante mi tiempo en la tierra.
Lucas 14:33, De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.
Jesús reconoce la dificultad de Su llamado. Muchas Biblias dan un subtítulo a esta sección, “Contar el costo” o “El precio del discipulado.” En los versículos 28-32 del mismo capítulo 14 de Lucas, Jesús comparte una analogía para quienes han hecho el compromiso, pero no lo cumplen.
28 »Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? 29 Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, 30 y dirán: “Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir”.
31 »O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil? 32 Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz.
¿He dejado a mi torre de discipulado medio construida? ¿Estoy cumpliendo con mi compromiso original cuando me bauticé?
Vamos a ver las otras tres explicaciones que dio Jesús sobre cómo otros sabrán que somos Sus discípulos.
4. Obedece a Jesús y Sus enseñanzas.
Juan 8:31-32, Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo:
—Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
5. Ámense los unos a los otros.
Juan 13:34-35, »Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros».
6. Da fruto. Sé un discípulo que hace a más discípulos.
Juan 15:8, “Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.”