Escrito por Michelle J. Goff
En Hebreos, el autor habla de despojarnos de todo lo que estorba o impide, en especial el pecado que nos asedia (12:1). Y al reflexionar sobre las cosas que más me impiden al vivir la vida totalmente entregada a Dios, reconocí el contraste entre lo que ayuda y lo que estorba.
Lo que me ayuda vivir totalmente entregada, da VIDA.
Verdad (Jn. 8:32)
Identidad en Cristo (Gal. 2:20)
Dios (Is. 40:28-31)
Agradecimiento (1 Tes. 5:18)
Dios nos invita a la vida totalmente entregada, abundante en Él (Jn. 10:10). Pero el ladrón que vino a robar, matar y destruir, presenta cualquier obstáculo en el camino o distracción en la mente para impedirnos en esa vida totalmente entregada.
TEMÍ lo que me impedía vivir la vida totalmente entregada.
Temor (Is. 43:1-2)
Excusas (Ester 4:14)
Mentiras (Jn. 8:44)
Inseguridades (Ex. 4:1-14)
Estos impedimentos son espinas que Dios puede eliminar, si lo permitimos, para que Él pueda seguir Su trabajo transformador de crecimiento y floreciente.
No estamos en la VIDA abundante a solas. Estamos rodeadas por una gran nube de testigos (Heb. 12:1) al despojarnos de todo lo que estorbe (Heb. 12:2). Y juntas podemos mantener los ojos puestos en Jesús y servir como hierro afilando a hierro, animándonos e inspirándonos a ser tan bellas como rosas a pesar de las espinas.
Pasa un tiempo hoy reflexionando en las espinas que te impiden en la vida totalmente entregada. Compártelas con una Hermana Rosa de Hierro y permite que ella te recuerde de la verdad al florecer juntas.