“¿De verdad tomarías tiempo cada semana para reunirse conmigo y estudiar la Biblia? ¿Estás segura de que no te será una gran carga? Es que tengo muchas preguntas,” Fernanda preguntó a Michelle la primera vez que se reunieron para charlar con una taza de café. La sonrisa de Michelle creció al responderle, “No hay nada en el mundo que preferiría hacer. Me encantaría tomar el tiempo para estudiar la Biblia contigo. Además, ¿te acuerdas de Mackenzie que nos presentó en mi casa cuando viniste a comer arepas? Ella trabajó como mi estudiante interna el verano pasado y me encantaría invitarla a estudiar con nosotras. Seguro que podamos encontrar un tiempo que conviene a las tres.” Fernando siguió con una cara de incredulidad que había gente dispuesta a tomar el tiempo de contestar sus preguntas sobre Dios, el bautismo y la Biblia.
Adelanta la historia por semanas de estudio bíblico con Mackenzie y Michelle alternando quién enseñaba. “Fer” tomaba apuntes, venía con preguntas sobre los versículos que estábamos por estudiar y su pasión por aprender seguía creciendo. Su hambre por la Palabra de Dios no paró con su bautismo el 14 de febrero del 2018. El día de San Valentín o el Día de amor y amistad fue un día perfecto para declarar el verdadero significado del amor. Al pronunciar su amor y compromiso a Dios y al unirse con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección, su demostración de amor a Dios ese día contagió a otros.
Un mes después, María, una amiga de Fernanda que asistió en el día de su bautismo, fue bautizada. Michelle, Fer, María, Mackenzie y otras seguían estudiando la Biblia y desarrollando relaciones más profundas de mentoreo.
Fernanda de graduó y regresó a Nicaragua. Ella y Michelle siguieron en contacto, y aunque la comunicación fue esporádica nunca faltó la profundidad de conversación bíblica. En octubre del 2020, Michelle recibió el siguiente mensaje de Fer por WhatsApp…
¡Hola Srta. Michelle!
Tengo fe de que estés viendo cuán maravilloso es Dios siempre.
Te estoy escribiendo porque estaba reflexionando en mi camino cristiano y el día de mi bautismo me vino a la mente, así que busqué el video para verlo. ¿Adivina qué? Te vi como la primera persona que me vino a abrazar después de entregar mi vida a Dios.
Y pensé… guaaaaoooo. Dios te usó para instruirme en la fe, a caminar en Su camino bello, a nunca renunciarme sino pasar tu tiempo leyendo Sus buenas nuevas, a contestar mis muchas preguntas que tenía desde hace años, a animarme a tomar la mejor decisión de mi vida entera. Me acuerdo de que te dije que quería llegar a un punto cuando me sentía lista, que sabía lo suficiente para bautizarme. Y luego cómo el Espíritu me dio el sentir de que, “Ya es el momento.” Nunca dijiste, “Espera más.” Al contrario, te regocijaste la noche antes de mi bautismo. El 14 de febrero del año 2018. Un día que nunca olvidaré. ¡¡¡Te amo!!!
Michelle le respondió con lágrimas y agradecimiento, invitándola a un tiempo que podrían ponerse al día por video. Después de charlar sobre sus vidas actuales, la pasión de Fernanda por aprender más sobre las verdades de la Palabra de Dios se hizo evidente. Estaba leyendo un libro “cristiano” y no estaba segura de cómo discernir si era verdad o no lo que proclamaban en el libro. Michelle le agradeció su buena pregunta y, en vez de responder a sus preguntas, Michelle equipó a Fernanda con las herramientas para responderlas por sí misma de 1 Juan 4, Mateo 7 y otros versículos. Fer tomó apuntes e inmediatamente aplicó los versículos a su pregunta inicial. La mejor parte fue cuando compartió la emoción que tenía al poder compartir estas herramientas y verdades con su familia y con otros.
Dos por dos por dos. 2 Timoteo 2:2. Enseñar a enseñar. De estudiantes internas a bebés en la fe, creciendo en su pasión y conocimiento a ser compartido con otros, nos regocijamos en la manera en la que Dios ha usado a estas Hermanas Rosa de Hierro para expandir Su reino, más allá de las fronteras.