Escrito por Rachel Baker, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro en Searcy, AR
Cuando me preguntaron sobre el papel de las solteras en la iglesia, pasé mucho tiempo tratando de encontrar algo único para esta población. ¿Qué tienen las solteras que las hace excepcionalmente dotadas para servir dentro del cuerpo de Cristo? Pasé por varios puntos que he escuchado a lo largo de los años, específicamente abordando el papel de las solteras en la iglesia ... y luché con todos y cada uno de ellos.
1) Las solteras tienen más tiempo para dedicar al servicio y al ministerio.
Si bien es posible que las limitaciones del matrimonio no se apliquen a las solteras, definitivamente todavía tienen muchas cosas que hacer cada día. Algunas tienen hijos que criar. La mayoría tendrá trabajos que mantener, actividades que puedan llenar sus días, pasatiempos, amigos, programas de televisión, redes sociales… al igual que el resto de nosotras. Todas podemos llenar nuestro tiempo con lo que consideremos más importante. También todas somos capaces de administrar ese tiempo un poco más intencionalmente, haciendo espacio para el ministerio y el servicio, y priorizando nuestros días.
2) Las solteras tienen más dinero para contribuir ya que no tienen una familia que mantener.
Esta no es una declaración general que pueda hacerse para todas las personas que no tienen otras bocas que alimentar. Cada ocupación y situación de vida es única. La vida pasa, los gastos ocurren y los ingresos cambian. Seamos casadas o solteras, a todas se nos dice que demos de lo que tenemos con un corazón alegre.
3) Las solteras se centran en encontrar un cónyuge y necesitan un grupo dedicado a esto.
Nosotros, como iglesia, nos hemos acercado peligrosamente a idolatrar la institución del matrimonio, y ha creado un falso sentido de enfoque y prioridad dentro de la familia de nuestra iglesia. El matrimonio es una forma significativa que Dios elige para mostrar Su gloria al mundo, pero no es la única. Tanto el matrimonio como la soltería son un regalo del Señor, y uno no es mejor ni más importante que el otro (I Corintios 7).
¿Las solteras tienen una ofrenda especial cuando se trata de servir y ministrar? Absolutamente. ¿Hay aspectos de ser soltera que permiten el servicio y el ministerio de una manera que las personas casadas no siempre pueden contribuir? Seguro. Sin embargo, no podemos hacer declaraciones generales sobre el rol o las responsabilidades de una persona sin considerar al individuo. Nuestro propósito en la iglesia no se basa en el estado de nuestra relación más de lo que se basa en el color de nuestro cabello o en nuestra comida favorita.
Cada una de nosotras debe tomarse el tiempo para identificar nuestras fortalezas, habilidades y pasiones dadas por Dios si queremos servir como Él lo propuso, y debemos permitir que otros, independientemente de su estado de relación, hagan lo mismo.
¿Cómo puedes servir y ministrar a otros en tu situación actual? ¿Cómo puedes animar a tus hermanas en Cristo a hacer lo mismo?