En medio de la pandemia, nos cuesta mantenernos conectados. Hay menos contacto físico. Las mascarillas, necesarias para protegernos, físicamente opacan las expresiones faciales y el lenguaje corporal, dos cosas que usamos para sentirnos conectados. Las reuniones virtuales han reemplazado las reuniones cara a cara.
Anhelamos volver a estar juntos, alabando a Dios de una sola voz en adoración. Algunos amigos hasta están contando cuántos abrazos se deben cuando ya podamos volvernos a ver físicamente.
Mientras tanto, quiero compartir contigo una canción que escribí el semestre antes de graduarme de la Universidad de Harding. También se ha publicado en el libro En la mano derecha de Dios: ¿A quién temeré? Esta canción es mi oración por ti hoy.
Tomemos la diestra de Dios
¿Piensas en mí y oras por mí
tal como yo hago por ti?
Separadas por tiempo y distancia,
es lo único que podemos hacer.
Coro:
Nuestras vidas están en la mano de Dios.
Él está en control.
Con tantas cosas alejándonos,
tomemos la diestra de Dios.
Dios es nuestro Padre común,
el vínculo es más que amistad.
Y por la sangre de Jesús,
la hermandad perdurará.