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Celebrando las partes portuguesas… ¡Sí, ya avanzamos con recursos en portugués!
Entrevista con Sabrina Nino de Campos
MICHELLE: Cuéntanos un poco sobre ti y tu relación con el Ministerio Hermana Rosa de Hierro, especialmente en vista de lo que estás haciendo ahora.
SABRINA: Soy Sabrina Nino y soy brasileña. Cuando tenía 17 años, empecé en un programa de misioneros para jóvenes en Brasil. Estudié un año y fui a Bolivia de pasantía. Allí conocí a mi esposo, John, y luego a Michelle en diferentes campamentos de la iglesia.
Luego, me mudé a Buenos Aires en 2017, después de un tiempo de visita con mi familia en Brasil. Pasé dos años en Argentina en total. Nos casamos en enero 2018, seis meses después de que me mudé a Buenos Aires, donde él también ya estaba trabajando como misionero con la iglesia allí.
Era nuestro deseo y plan mudarnos a los EE.UU. para estudiar, viviendo cerca de la familia de mi esposo, pero mi mamá sufrió un infarto y pasó casi un mes en coma. Fuimos a Brasil de inmediato para ayudar a la familia. Después de que ella se había estabilizado en su salud, volvimos al plan de mudarnos a los EE.UU. para estudiar. Actualmente, estamos viviendo en la misma ciudad con mis suegros y trabajamos con la obra hispana aquí mientras estudiamos a distancia.
Cuando conocí a Michelle en el campamento, conocí también al Ministerio Hermana Rosa de Hierro. Quedé enamorada de la idea de un ministerio centrada en mujeres. Me encantaba. Hay una foto de ese día… una mujer orando conmigo. Éramos totalmente opuestas. No teníamos nada en común. Pero cuando oramos la una por la otra, fue tan lindo y se me salieron las lágrimas del amor que sentí entre nosotras, dos mujeres tan distintas.
(La foto a la derecha es de Sabrina y Alejandra ese día)
Di unas clases para las mujeres en Bolivia… me dio ánimo buscar diferentes actividades para ellas, para que se fortalecieran las unas a las otras.
Luego, fui a Argentina. Y allí comenzamos a usar los libros de estudio bíblico del Ministerio Hermana Rosa de Hierro. Me gustó mucho el ministerio de mujeres. Me costó un poco porque las mujeres eran muchas distintas, de diferentes países y todo. Pero los libros me ayudaron a estar más involucrada en el ministerio de las mujeres.
Mi mamá siempre daba clases a las mujeres y a los 10 años me puso a dar clases… no sabía nada, pero me inspiró un amor por dar clases a las mujeres… como que era algo en mi sangre.
Cuando primero nos conocimos, te pregunté, Michelle, si tenían recursos en portugués. Me respondiste que era el deseo del ministerio y que sería el siguiente paso o idioma, pero que tenían otros proyectos programados y no podían dedicarse a esa tarea por el momento. Te di mi email y nos prometimos mantenernos en contacto, esperando el tiempo de Dios.
El deseo seguía y hasta crecía, pero por un lado o el otro, había muchos obstáculos u otras prioridades que nos impedían levantar el proyecto de la traducción al portugués. No estábamos en contacto muy seguido, pero seguía la amistad y mi atención al ministerio y los recursos de ello.
Ahora, después de algunos meses de no hablar por lo que estaba pasando con mi mamá, escribí un email a Michelle para preguntarle cómo iba el proyecto de los recursos en portugués. Era algo que nunca salía de mi mente. Seguía en mi mente como algo que tenía que pasar.
Llegó un día en que sólo podía pensar en eso. Decidí sentarme a escribirte.
Resulta que, en vez de responder a mi email, me llamó en seguida.
MICHELLE: Para insertar algo desde mi perspectiva aquí… Me acuerdo clarito de ese día y te llamé porque en esos días había orado a Dios pidiendo sabiduría y dirección durante este tiempo de la pandemia. La noche anterior y esa mañana estaba orando concentradamente sobre ello. Entonces, cuando me llegó tu correo, di gracias a Dios y te llamé.
Luego, pocos días después, recibí una llamada de nuestra compañera del equipo, Brenda Brizendine, que estaba llamando de parte de Nathan Holland, misionero en Angola (donde también se habla portugués). Él tenía que regresar a los EE.UU. con su familia por la misma pandemia, pero por lo mismo quería concentrarse en el proyecto que antes habíamos conversado: la traducción de algunos de los recursos del Ministerio Hermana Rosa de Hierro al portugués.
Nathan me escribió en detalles y me explicó que una hermana angolana, Dina, traductora oficial en Angola, había perdido su trabajo y que ahora tenía disponibilidad para hacer la traducción de algunos recursos bíblicos.
No voy a entrar en todos los detalles de cada paso de lo que pasó y de lo que cada uno está haciendo, pero no dejo de maravillarme de cómo Dios trabaja, uniendo a un equipo de personas, cada una con sus talentos, pasiones e intereses, para que más mujeres se animen y se equipen para conectarse con Dios y con otras mujeres más profundamente.
SABRINA: ¡Sí! Terminó todo juntando en el momento perfecto. Aparecieron Dina y Nathan que justamente ella estaba necesitaba un trabajo y algo de guía. Todo se desarrolló muy rápido afirmando que Dios estaba coordinando todo.
Una de las maneras que me ha edificado mucho estar trabajando con este proyecto es que como tuve que salir de Buenos Aires sin despedirme y después estar en Brasil por tanto tiempo sin poder estar muy involucrada con ningún tipo de actividad dentro de la iglesia, estar acá también sin poder hacer mucho mientras espero a mis papeles, me dio mucho ánimo finalmente poder estar involucrada con algo que me apasiona y me lleva más cerca a hermanas en Cristo y a Dios. Creo que me sentía como en standby (en la sala de espera), y empezar con esto me encendió una luz que anhelaba dentro de mí.
Fue de un día al otro, dónde yo finalmente me sentía lista para servir y Dios me dio un propósito. Tenía las ganas de hacerlo y con el apoyo de Nathan, de Dina, de Brenda, de Michelle, del Ministerio Hermana Rosa de Hierro… Ha fluido súper bien.
MICHELLE: Me han animado mucho los comentarios de Sabrina y de Dina sobre la edificación que han recibido al hacer la traducción. Han sido animadas, equipadas e inspiradas a animar, equipar e inspirar a otras, todo para gloria a Dios. Cada una está haciendo su parte y doy muchísimas gracias a Dios por lo que ellas y otros han hecho y harán para que más mujeres, ahora también en portugués: La edificación multiplicada.
P.D. Si te interesa involucrarte en este proyecto o en algún otro del Ministerio Hermana Rosa de Hierro, contáctanos. Nos encantaría contar con tus talentos y la parte que puedas tener en la obra del Señor.
- Detalles
Como ministerio, anhelamos celebrar la diversidad y equipar a otras a hacer lo mismo. Celebramos las diferentes partes que todos tienen en el cuerpo de Cristo. Amamos las rosas de diferentes colores, todas preciosas al Jardinero Divino, y las rosas que se encuentran en diferentes etapas de la vida o del crecimiento.
Nuestro Creador divino nos hizo de cada nación, tribu, pueblo y lengua. ¡Y me lleno de emoción en anticipación de los cielos cuando todos cantemos de una voz, alabando al Cordero!
Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero… y con ramas de palma en la mano. Gritaban a gran voz:
«¡La salvación viene de nuestro Dios,
que está sentado en el trono,
y del Cordero!»
…Se postraron rostro en tierra delante del trono, y adoraron a Dios diciendo:
«¡Amén!
La alabanza, la gloria,
la sabiduría, la acción de gracias,
la honra, el poder y la fortaleza
son de nuestro Dios por los siglos de los siglos.
¡Amén!»
(porciones de Apoc. 7:9-12, énfasis agregado)
Mientras tanto, tomaré prestado una expresión de Alicia en el país de las Maravillas, para hacer una pregunta de reflexión: ¿Hay que pintar las rosas?
En la película, la reina quería que todas las rosas estuvieran rojas. Las cartas se equivocaron y plantaron rosas blancas, así que pasan un buen tiempo pintando las rosas rojas. Las cartas cantan, “Las rosas hay que pintar,” y están en esa tarea cuando Alicia las encuentra en el jardín.
Las preguntas para nosotras, especialmente en vista de unas protestas raciales en los EE.UU. son las siguientes:
¿Estamos celebrando las partes que todos tienen o estamos pintando las rosas rojas?
¿Nos regocijamos de la belleza de la diversidad de los colores de piel que nos dio nuestro Creador? o ¿Las rosas hay que pintar?
¿Estamos buscando cómo permitir que cada rosa tenga su propio lugar en el reino, en servicio al Rey y en nuestros corazones? O, como la reina, ¿estamos buscando que toda rosa sea roja?
En el año 2019, el Ministerio Hermana Rosa de Hierro determinó que el tema para el mes de junio sería, “Celebrando las partes que todas tienen.” Creo que el Espíritu Santo nos estaba guiando a un ánimo y una reflexión muy apropiados para el tiempo. Si hay una manera en la que yo, personalmente, o nosotras, como ministerio, podemos animarte y equiparte a celebrar la diversidad bellísima que el Creador diseñó, házmelo saber, por favor.
Espero que todos evitemos el error de pintar toda rosa de roja. Y espero que podamos servir como hierro afilando a hierro, con mucho amor, si percibimos que una hermana esté fallando en esa área. Te doy permiso a llamarme la atención si ven en mí cualquier cosa que refleja una actitud de “La rosas hay que pintar.”
Les amo mucho mis hermanas de diferentes colores, tamaños, culturas y perspectivas. Gracias por ser quienes son y por compartir sus vidas con nosotras.
M.
Crédito de la fotografía: “Queen Yelling Alice, Cards Painting Roses Red – Painting The Roses Red, Disney”
https://www.pngkit.com/view/u2w7e6r5w7r5e6y3_queen-yelling-alice-cards-painting-roses-red-painting/