En febrero del 2013, anuncié públicamente que iba a renunciar a mi trabajo y a vender mi casa para tomar un gran paso de fe para iniciar el Ministerio Hermana Rosa de Hierro.
Katie Forbess, nuestra presidenta fundadora de la Junta directiva, me contactó inmediatamente ofreciéndose para servir de la manera que fuera. "Lo mínimo que voy a hacer es servir como animadora glorificada."
Mi hermana y mi cuñado, Paxton y Kim Edwards, ofrecieron su casa para recibirme, y a este ministerio que estaba brotando. Llegué a vivir en una esquina de su sótano durante los primeros dos años, comenzando en junio del 2013.