Mi abuelo materno era profesor. Mi abuela paterna era maestra en la escuela de una sola aula con niños de toda edad. Mi mama es maestra. De maneras directas e indirectas, cada uno de ellos me enseñó a enseñar. Modelaron el enseñar y enseñaron con sus vidas. Compartieron instrucciones específicas sobre cómo preparar una clase, cómo comunicar el mensaje, y cómo conectar con los estudiantes.
Uno de los aspectos más importantes de enseñar es enseñar a enseñar. He oído que de verdad has aprendido algo si lo puedes enseñar a otro. 2 Timoteo 2:2 dice, “Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros.”
Me encanta que la referencia de ese versículo es SEGUNDA de Timoteo DOS:DOS. 2, 2, 2. No se queda con uno. Tenemos que enseñar a enseñar a enseñar para que el mensaje llegue a todos.
Puede que te intimida el concepto de enseñar, pero si eres madre, hermana, tía, sobrina, amiga, o cada una de esas cosas, tienes la oportunidad de enseñar. ¿Has sido inspirada y transformada por lo que significa verdaderamente enseñar?
¿Tienes a alguien cuyo ejemplo te haya transformado?