De muerte a vida
De perdida a redimida
De cansada a descansada
De rota a restaurada
Tenemos una necesidad física, mental, emocional y hasta espiritual del descanso. Mark Buchanan, en su libro titulado, “El descanso de Dios,” propone que, si no nos enfocamos en el propósito original del día de reposo, jamás entenderemos muchos aspectos de Dios como Su presencia y Su naturaleza… cosas que se nos escapan por el estar ocupado.
No podemos encontrar el descanso verdadero ni la restauración fuera de Dios. Él es el autor del descanso y nos llama a Él para poder reposar de lo que nos cansa y para restaurar nuestras almas.
»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. 29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.
(Mt. 11:28-29)
EL DESCANSAR ES UN SINÓNIMO DEL CONFIAR.
1. Descanso cuando confío que Dios está en control.
“O Dios es bueno y está en control, o todo depende de ti” (Mark Buchanan, El descanso de Dios). #verdad
Aún si no admitimos que tenemos problemas con el control, nuestros hechos demuestran cómo luchamos con someternos a Su voluntad.
Sé que me cuesta orar sinceramente, “No que sea mi voluntad, sino la tuya.” Sin embargo, cuando verdaderamente renuncio, finalmente puedo descansar.
2. Descanso cuando confío que Dios me ha perdonado los pecados y que me ha liberado del gran peso de ellos.
Porque lo que más nos pesa, nos carga, y nos desanima es el pecado. Y en Cristo, encuentro el verdadero descanso: la vida después de la muerte.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, 5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! 6 Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, 7 para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.
(Ef. 2:4-7)
3. Descanso cuando confío que Dios no descansa.
Sí, Dios descansó en el séptimo día después de la creación. Sí, Jesús se cansó físicamente cuando anduvo aquí en la tierra.
Pero para Dios, un día es como mil años y mil años como un día. Su tiempo es perfecto. Su fidelidad es confiable. Su misericordia es nueva cada mañana. Sabe cuántos pelos tengo en mi cabeza, entonces ¿por qué me afano, preocupada si se van a cumplir mis necesidades?
»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?[c]
28 »¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; 29 sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. 30 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? 31 Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” 32 Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. 33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.
(Mt. 6:25-34)
CONFÍO Y ASÍ DESCANSO.