En esta temporada, pienso mucho en mis amigos y hermanos alrededor del mundo. Aprecio mucho su amor y las buenas nuevas que escucho de ellos por Facebook o cualquier otro medio. Ojalá estuviéramos todos juntos, pero ese momento llegará cuando estemos en los cielos con Dios: La mejor reunión.
Mientras tanto, les dejo y les animo con este versículo sobre el amor y la esperanza que nos inspiran de 1 Tes. 1:3.
Los recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor, y la constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
Y, tal como 1 Corintios 13:13 nos recuerda, son las mejores virtudes y las duraderas: la fe, la esperanza, y el amor. Son las que perduran y son la evidencia de una vida abundante, tal como Jesús nos prometió en Juan 10.
Entonces, para cerrar los temas del blog para este año, vamos a enfocarnos en esas tres virtudes: la fe, la esperanza, y el amor.
¿Qué significan para ti? ¿Cómo las vemos manifiestas en nuestras vidas? ¿Cómo nos ayudan a cerrar este año y dar la bienvenida a lo que Dios nos trae en el año entrante?
La fe. La esperanza. El amor.
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La fe, la esperanza, y el amor
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