¿Alguna vez has leído un versículo y ves algo que jamás habías visto antes? Estaba leyendo en Éxodo 3 y noté algo nuevo sobre Moisés y la zarza ardiente. Dios no le habló de la zarza hasta que Moisés se acercaba a mirar.
“Así que pensó: «¡Qué increíble! Voy a ver por qué no se consume la zarza.» Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés, Moisés! —Aquí me tienes —respondió.” (Éxodo 3:3, 4 NVI)
“Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar…” Nunca me había fijado en eso antes. Dios hizo la zarza ardiente, pero esperó con paciencia a que Moisés se acercara a mirar, a tomar la iniciativa para ver lo que Dios estaba haciendo y averiguar más. Fue después de que se acercó que Dios le habló.
¿Qué te está mostrando Dios, pero esperando a que te acerques a tomar el siguiente paso para que te hable y te guíe a transformación?
“Los secretos del Señor son para los que le temen, y Él les dará a conocer su pacto.” (Salmo 25:14, LBLA)
Que tomemos ese siguiente paso y nos acerquemos a mirar lo que Dios está haciendo.