El domingo, 10 de abril, fue el decimoprimer aniversario del bautismo de Jhonny Frias, mi hijo venezolano que sigue llamándome mamá. Me cuesta creer que ya han pasado tantos años, pero qué tremendo gozo me da ver el fruto de semillas plantadas y regadas. Esas noticias me complacieron aún más dado el papel de liderazgo que Jhonny está jugando en la Iglesia de Cristo del Este en Caracas, y también la situación política y económica en Venezuela. Tantos se están mudando a otros países y me duele la condición en mi otra patria.
Más temprano ese mismo domingo, recibí otras buenas nuevas de la actividad el día anterior…
El predicador de la Iglesia de Cristo Village en Hot Springs Village, Arkansas, juega un juego que se llama “pickle ball” con otros varones del pueblo. A través de su relación, muchos de los hombres asisten a la iglesia, pero sus esposas no se animan tanto a asistir.
Sin embargo, el sábado, una de las esposas decidió participar en el evento que realizamos para las mujeres, Los blue-jean y las perlas. Compartí clases sobre el amor de Dios tan duradero como los blue-jean, y las perlas de sabiduría que Dios nos regala a través de su Palabra. Ella y otras visitantes fueron entre las doscientas mujeres que disfrutaron del evento ese día.
¡Esa esposa lo pasó tan bien que decidió acompañar a su esposo el domingo para el servicio! ¡Qué tremenda bendición ser parte de plantar y regar la semilla, y ver cómo Dios trae el crecimiento!
Otras bendiciones del fin de semana fueron:
· Tener a mi mamá, Jocelynn Goff, y una nueva voluntaria, Carole Gastineau, como asistentes con la mesa del ministerio.
· Realizar un evento en la congregación donde se reúne Katie Forbess, la presidenta de la junta directiva, y su familia.
· Presentar las nuevas tarjetas de rosas en honor a madres espirituales, que benefician a nuestro programa de internas, y justo a tiempo para el Día de la Madre.
En resumen, como aplicación: Dios nos ha llamado a plantar y regar la semilla, pero es él que hace que crezca. Gracias por celebrar con nosotros en el crecimiento que Dios ha realizado en las vidas de esos individuos y para el Ministerio Hermana Rosa de Hierro.