Hoy es el día de las palmas.
“—¡Hosanna al Hijo de David!
—¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
—¡Hosanna en las alturas!”
Los judíos le dieron la bienvenida a Jesús cuando entró a Jerusalén. Y hoy, hace veinticinco años, el 20 de marzo, un miércoles por la noche, mi hermana Jennifer y yo dimos la bienvenida a Jesús como Señor de nuestras vidas. Nos sepultamos con él en las aguas del bautismo y nos levantamos para andar en vida nueva (Rom. 6:1-4).
Cada año celebramos el aniversario de nuestro renacimiento espiritual – la mejor decisión que jamás hemos hecho.
Y yo, mientras muchos piensan en el domingo de las palmas y la proclamación de Hosanna al Hijo de David, te invito a proclamarle como Hijo de Dios, Señor de tu vida, bautizándote en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo para el perdón de los pecados y recibirás el don del Espíritu Santo (Rom. 10:9, Hechos 2:38).