Una de las cosas que nos apasiona mucho como ministerio es los grupos pequeños.
Los libros que escribo están diseñados para ser realizados en grupos pequeños.
Después de cada clase en los seminarios, damos preguntas guiadas a ser contestadas en el contexto de los grupos pequeños. Lleva a las lecciones a un nivel más práctico y personal, en vez de dejarlas al nivel teórico a pesar de las aplicaciones y los ejemplos que presento en la clase.
Al abrirnos en el ambiente de un grupo pequeño, aprendemos de las perspectivas de los demás y crecemos en nuestra relación con Dios y las unas con las otras.
Otro aspecto imprescindible de los grupos pequeños es la oración.
Al orar juntos, llevamos nuestras cargas (Gal. 6:2), nos estimulamos al amor y las buenas obras (Heb. 10:24), nos regocijamos con los que se regocijan y lloramos con quienes lloran (Rom. 12:15).
La oración crea vínculos que Satanás no puede romper.
La oración nos dirige al Padre y nos pone en camino con el Espíritu, al seguir el ejemplo de Cristo.
Llama a una hermana y oren juntas hoy. Cuadra un tiempo para tomar un café con unas amigas, más que sólo un tiempo para ponerse al día… Sean intencionales con un plan de levantarse en oración cuando se reúnen.
Y te quiero invitar personalmente a participar en un estudio bíblico en un grupo pequeño donde pueden pasar tiempo orando juntas, estudiando la Palabra juntas, y profundizando las relaciones con Dios y con otras mujeres. Tenemos dos libros a la venta a través de nuestra página web (Humano Y Santo y En la mano derecha de Dios).