Hacemos varias cosas para mejorar nuestra salud: hacemos dieta, hacemos ejercicio, tomamos vitaminas, dormimos… Y muchas resoluciones para el Año Nuevo tienen mucho que ver con recuperar o mantener la buena salud.
Desde que mis propias luchas con la salud empezaron en el año 2006, he pasado más tiempo, esfuerzo, y energía en mi salud física. Y por la diligencia y disciplina que se requiere, a veces supera mis otras prioridades.
Por lo tanto, te voy a hacer la misma pregunta que me estoy haciendo para comenzar el año: ¿qué estás haciendo para mejorar tu salud espiritual?
Las dos cosas que me ayudan más en mi salud espiritual son la comunicación con Dios (la oración y la Escritura) y el tiempo con mis hermanos en Cristo. Son las dos prioridades más altas en este año.
Al comenzar nuestro enfoque en la salud espiritual de la mujer, por favor, comparte las dos cosas principales que te ayudan en tu salud espiritual.