Hoy día, mi mamá va a pedir que la familia haga un ejercicio que hicimos en el primer retiro al destino del MHRH. Te invito a participar con nosotros también. Además, es una buena transición al tema del mes de diciembre: el amor y la esperanza.
Pide que una persona lea Salmo 136 y que todos responden, “Su amor perdura para siempre.”
Ahora vamos a crear nuestra propia versión del Salmo 136.
Rotando por el círculo de personas presentes, pide que cada persona exprese algo que Dios ha hecho en su vida durante el año pasado. Después de cada frase, el grupo va a responder de una voz, “Su amor perdura para siempre.”
Se puede repetir esa parte todas las veces que quieran.
¿Pero qué tal si expresáramos un desafío y no una bendición? ¿Cambia la respuesta de “su amor perdura para siempre”?
Se puede realizar esta actividad a solas también formando tu propia versión del Salmo 136.
La respuesta siempre sigue igual: “Su amor perdura para siempre.”